- El futuro de la viticultura española se perfila con las nuevas superuvas resistentes al mildiu y al oídio.
Las expectativas en torno a las primeras superuvas de albariño y godello resistentes al mildiu y al oídio generan una anticipación palpable en el sector vitivinícola español. Agromillora, en colaboración con Vivai Cooperativi Rauscedo, ha encabezado una iniciativa de investigación que promete revolucionar el panorama vinícola en Galicia y más allá. Después de tres décadas de dedicación a la creación de nuevas variedades, la empresa está a punto de presentar los primeros clones de albariño y godello resistentes, cuyo ADN está compuesto mayoritariamente por las variedades gallegas y un pequeño porcentaje de cepas resistentes al mildiu y al oídio.
Este hito marca el inicio de un proceso que, si bien aún está en sus etapas iniciales, promete redefinir la viticultura en la región. Benjamín Crespo, delegado comercial de Agromillora, destaca la importancia de este avance, señalando que, a partir del próximo año, comenzarán a plantarse estos nuevos clones para su evaluación. Sin embargo, el camino hacia la autorización para su cultivo comercial requerirá al menos cinco años de rigurosos estudios y pruebas.
El interés en estas nuevas variedades resistentes se extiende más allá de las fronteras de la empresa, encontrando eco en las bodegas gallegas, que ven en estas cepas una oportunidad para reducir los tratamientos y mejorar la rentabilidad de sus cultivos. La capacidad de estas nuevas variedades para resistir enfermedades fúngicas como el mildiu y el oídio promete no solo beneficios económicos, sino también una reducción significativa del impacto ambiental asociado al uso de agroquímicos.
A pesar del entusiasmo generado por este avance, España se enfrenta a obstáculos regulatorios que han retrasado la comercialización de estas nuevas variedades. Mientras que en otros países europeos estas cepas ya están disponibles, en España aún se requieren varios años de estudios y aprobaciones antes de que los viticultores puedan cultivarlas comercialmente. Esta situación ha llevado a un desfase en la disponibilidad de estas nuevas variedades, con países como Francia, Italia y Alemania liderando el camino en su adopción.
En un esfuerzo por acelerar el proceso de investigación y desarrollo, Agromillora tiene previsto colaborar estrechamente con centros de investigación españoles, como la Estación de Viticultura y Enología de Ourense (Evega), para llevar a cabo estudios adicionales y garantizar la adaptación de estas nuevas cepas a las condiciones locales.
La presentación de los primeros vinos elaborados con estas nuevas variedades resistentes será un hito importante en el camino hacia su comercialización. Aunque se espera que estas primeras muestras sean experimentales y estén sujetas a mejoras adicionales, representarán un paso significativo en la validación de la calidad y el potencial enológico de estas cepas.
Además de Agromillora, otras bodegas y enólogos están explorando el potencial de las variedades resistentes en el ámbito vinícola. Bodegas como Nicola Biasi en Italia y Albert i Noia en Cataluña han demostrado que es posible elaborar vinos de alta calidad utilizando exclusivamente estas nuevas cepas resistentes. Estas experiencias exitosas sirven como prueba de concepto y destacan el papel innovador que estas variedades pueden desempeñar en la viticultura moderna.
En resumen, el desarrollo y la introducción de nuevas variedades de uva resistentes marcan un hito importante en la evolución de la viticultura en Galicia y España en su conjunto. Aunque aún queda trabajo por hacer para garantizar su disponibilidad comercial, el potencial de estas cepas para mejorar la sostenibilidad, la rentabilidad y la calidad del vino es innegable. Con el apoyo de la investigación continua y la colaboración entre el sector público y privado, estas superuvas podrían desempeñar un papel crucial en el futuro de la viticultura española.
