- El futuro del campo gallego depende de nuestra capacidad para gestionar el cambio generacional y promover un uso sostenible de la tierra.
El cambio generacional en el ámbito rural está dejando una huella profunda en la estructura de la propiedad de la tierra, con un incremento significativo en las transmisiones de fincas por herencia. Este fenómeno, que ha alcanzado niveles récord en todo el país, está planteando nuevos desafíos en la gestión y el desarrollo del medio rural, especialmente en regiones como Galicia, donde el número de terrenos transmitidos por esta vía ha experimentado un notable aumento.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado se registraron un total de 445.331 cambios de titularidad de fincas rústicas en España, de los cuales 181.765 fueron debidos a herencias. En Galicia, esta tendencia también se hizo sentir, con 12.919 terrenos transmitidos por esta vía, según el Informe 2024 Cocampo sobre la Estructura del Suelo Rústico en España.
Esta creciente transferencia de tierras por herencia está teniendo importantes implicaciones en la estructura del minifundio, especialmente en lo que respecta al fraccionamiento de las parcelas. Regino Coca, CEO fundador de Cocampo, señala que este fenómeno está estrechamente relacionado con la desconexión de algunos herederos con la realidad del campo, lo que puede llevar a una mayor fragmentación de las propiedades.
Además, esta tendencia está contribuyendo a la polarización del campo, con un aumento en el número de fincas de gran tamaño, que son objeto de interés para fondos de inversión, y un crecimiento aún mayor en el número de parcelas de menos de una hectárea. Para abordar este desafío, se están implementando diversas herramientas, como los polígonos agroforestales, las aldeas modelo y las concentraciones parcelarias, que buscan evitar el fraccionamiento de las fincas y promover su uso sostenible.
Una de las oportunidades para evitar el abandono de tierras, especialmente en terrenos forestales, es el mercado de créditos de carbono. En Galicia, la Axencia Galega da Industria Forestal está desarrollando un mercado autonómico de créditos de carbono que busca incentivar la gestión sostenible de los bosques y prevenir incendios forestales, al tiempo que proporciona una fuente de ingresos para los propietarios del monte.
Para muchos propietarios de tierras heredadas, aprovechar estas oportunidades puede ser una forma de recuperar el vínculo perdido con el medio rural y obtener una rentabilidad de sus activos. Sin embargo, también es importante favorecer la instalación de población en las zonas rurales mediante incentivos fiscales y la mejora de los servicios, para garantizar la sostenibilidad y el desarrollo equilibrado del medio rural.
En este contexto, iniciativas como el visor de Cocampo, que permite a cualquier particular poner su parcela en el mercado de manera sencilla y transparente, pueden jugar un papel importante en la gestión y la dinamización del mercado de la tierra rústica. Con una combinación de medidas y políticas adecuadas, es posible superar los desafíos asociados al cambio generacional en el medio rural y garantizar un futuro próspero y sostenible para estas comunidades.