El FIDA y el PMA aúnan fuerzas para hacer frente al hambre en los entornos frágiles

Los países que se ven afectados al mismo tiempo por perturbaciones económicas y fenómenos meteorológicos extremos y cuya capacidad institucional y gubernamental para ayudar a la población a afrontar esas adversidades es escasa o nula

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El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) lanzan hoy conjuntamente, un plan de acción para colaborar en los entornos frágiles: los países que se ven afectados al mismo tiempo por perturbaciones económicas y fenómenos meteorológicos extremos y cuya capacidad institucional y gubernamental para ayudar a la población a afrontar esas adversidades es escasa o nula. Ambos organismos pretenden aprovechar los puntos fuertes y los conocimientos técnicos de cada uno para aumentar la resiliencia en entornos frágiles y mejorar la seguridad alimentaria de quienes más lo necesitan.

La fragilidad sigue representando un importante obstáculo para la erradicación del hambre y la pobreza. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, cuya frecuencia y gravedad van en aumento, intensifican estas crisis mundiales que a menudo se prolongan.

“Tenemos décadas de experiencia trabajando en contextos frágiles, porque es ahí donde viven muchos de los empobrecidos del medio rural. Pero hoy en día, el entorno rural está cambiando. Cada vez es menos predecible. Los rápidos cambios climáticos y demográficos están haciendo más difícil que nunca para las poblaciones rurales prosperar en la tierra”, dijo Álvaro Lario, Presidente del FIDA. “Este nuevo Plan de Acción es muy emocionante porque juntos podemos ser más que la suma de nuestras partes”, añadió Lario.

Las situaciones de fragilidad aumentan y, de aquí a 2030, podrían llegar a afectar hasta al 60 % de la población extremadamente pobre de todo el mundo. Cerca de mil millones de personas viven actualmente en estos contextos en todo el mundo, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.

 

“Los equipos del PMA y el FIDA trabajan en muchas de las regiones más frágiles y difíciles del mundo, donde millones de familias que viven en primera línea de los conflictos, el cambio climático y las turbulencias económicas se enfrentan a una batalla diaria contra el hambre”, declaró la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain.

“Pero no tiene por qué ser así. Combinando nuestra experiencia, recursos y amplia red mundial, el PMA y el FIDA intensificarán nuestra colaboración en áreas clave, como los sistemas alimentarios y la resiliencia climática, para apoyar el desarrollo sostenible, la paz y el progreso en las comunidades más vulnerables.”

El FIDA y el PMA llevarán a cabo evaluaciones conjuntas de la fragilidad, incluirán a los pequeños productores en programas de asistencia alimentaria, invertirán en la resiliencia climática de las comunidades rurales y pondrán en común capacidad logística, datos, análisis y conocimientos especializados, además de apoyo técnico y operacional.

Por ejemplo, las inversiones del FIDA en prácticas agrícolas sostenibles, como los cultivos resilientes al clima y los seguros contra riesgos climáticos, se completarán con los servicios y la infraestructura local resiliente al clima del PMA.

Etiopía, Haití, Mozambique, el Pakistán, el Sudán, Sudán del Sur, el Yemen y Zambia, son los países en los que se empezará a colaborar para luchar contra la fragilidad y la inseguridad alimentaria, además de las zonas geográficas del Sahel y las islas del Pacífico.

El plan de acción surge de la necesidad de aumentar el impacto al máximo, responder a retos que van evolucionando y centrarse en abordar algunos de los principales factores que impulsan la fragilidad. Esta asociación también se enmarca en el contexto más general de la colaboración entre los tres organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma dedicados a la alimentación y la agricultura, que se ha visto reforzada gracias a un nuevo acuerdo de asociación quinquenal firmado en agosto del año pasado en una visita conjunta a Sudán del Sur.

Llevar adelante operaciones en contextos frágiles es prioritario de cara al próximo ciclo de tres años del FIDA (2025-2027), en el que el Fondo tiene previsto llegar a 100 millones de personas del medio rural.