- Con agua, azúcar, levadura y una pizca de ingenio, los apicultores gallegos han encontrado una solución efectiva y selectiva para combatir la invasión de la velutina en la región
Con la llegada de la temporada de trampeo contra la avispa asiática, los árboles se convierten en un campo de batalla lleno de artilugios para capturar a las reinas invasoras. Hace dos décadas que la avispa velutina hizo su entrada en Europa, y desde entonces ha demostrado ser una amenaza persistente para los ecosistemas locales. Aunque los científicos aún no avalan completamente el trampeo primaveral como método efectivo para detener su avance, los apicultores, los concellos y la Xunta de Galicia están apostando por la colocación de trampas como medida preventiva.
La receta líder en esta lucha contra la velutina parece surgir de la inventiva de los propios apicultores locales, quienes han desarrollado un método casero que aseguran ser eficaz y selectivo. Utilizando botellas de plástico recicladas, agua, azúcar, levadura y una pizca de vinagre, han creado trampas simples pero efectivas. Estas trampas, dotadas con orificios de entrada y salida estratégicamente diseñados, permiten la captura de las avispas velutinas mientras evitan atrapar a otros insectos beneficiosos.
El momento ideal para colocar estas trampas es durante las últimas semanas del invierno y el comienzo de la primavera, cuando las reinas de la velutina comienzan a buscar lugares para anidar. Según Rafael Díaz Nieto, delegado de la Asociación Galega de Apicultura en Ferrolterra, este período es crucial para reducir el número de nidos hasta en un 75% en comparación con el año anterior.
A pesar de los esfuerzos realizados mediante el trampeo, la eliminación de nidos y la protección de las abejas con arpas eléctricas, la velutina sigue siendo una amenaza persistente. Un estudio realizado por investigadores de la Universidade de Vigo cuestiona la eficacia del trampeo de primavera, señalando que capturar a un bajo número de reinas no es suficiente para controlar la población en crecimiento. Aunque algunas trampas, como la llamada Eva, han demostrado ser más efectivas y selectivas, el debate sobre la sostenibilidad ambiental de este método continúa.
En última instancia, la lucha contra la velutina requiere una combinación de enfoques, desde la innovación casera hasta la investigación académica. La colaboración entre apicultores, comunidades locales y científicos es esencial para proteger el frágil equilibrio de los ecosistemas gallegos frente a esta especie invasora.