La Unión Europea y el FIDA aúnan sus fuerzas para respaldar sistemas alimentarios sostenibles y resilientes a nivel local

En vista de la crisis alimentaria mundial agravada por la guerra en Ucrania, la intensificación del cambio climático y el elevado riesgo de sobreendeudamiento que afrontan numerosos países en desarrollo, Jutta Urpilainen, Comisaria de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea, y Álvaro Lario, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), han firmado hoy dos convenios de financiación por valor de 70,7 millones de euros con el objetivo de impulsar la producción sostenible de alimentos nutritivos y de origen local y aumentar la resiliencia de los pequeños productores frente al cambio climático y las crisis económicas en África, el Caribe y el Pacífico.

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Roma, 28 de marzo de 2023 – En vista de la crisis alimentaria mundial agravada por la guerra en Ucrania, la intensificación del cambio climático y el elevado riesgo de sobreendeudamiento que afrontan numerosos países en desarrollo, Jutta Urpilainen, Comisaria de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea, y Álvaro Lario, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), han firmado hoy dos convenios de financiación por valor de 70,7 millones de euros con el objetivo de impulsar la producción sostenible de alimentos nutritivos y de origen local y aumentar la resiliencia de los pequeños productores frente al cambio climático y las crisis económicas en África, el Caribe y el Pacífico.

Global Gateway, la propuesta positiva de la Unión Europea, constituye una inversión a favor de la autonomía estratégica de nuestros países socios. Deseamos contribuir a que construyan sus sistemas alimentarios basándose en una producción sostenible para una mayor resiliencia. Estos fondos permitirán a los pequeños productores alimentar a sus familias y comunidades de forma sostenible”, declaró Urpilainen.

Los pequeños productores producen un tercio de los alimentos mundiales y hasta el 70 % de los que se consumen en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano. Puesto que los precios mundiales de la energía y los alimentos han alcanzado niveles sin precedentes, sobre todo desde el estallido de la guerra en Ucrania, la inflación alimentaria se ha disparado en muchos países. Además, los productores en pequeña escala se ven tremendamente afectados por el cambio climático y suelen ser los más perjudicados por el aumento en la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.

“Invertir en crear sistemas alimentarios locales productivos, sostenibles y resilientes es una condición necesaria para alcanzar una seguridad alimentaria sostenible a largo plazo”, afirmó Lario. “Debemos invertir para que los pequeños productores puedan alimentar a sus familias y naciones de forma sostenible, tengan acceso a financiación y recursos productivos, se adapten al cambio climático y construyan cadenas de valor alimentarias más cortas y locales.”

La Unión Europea (UE) aporta 52,5 millones de euros al FIDA en el marco del Programa de Inversiones a favor de la Resiliencia de los Medios de Vida y la Salud de los Suelos en los Países de África, el Caribe y el Pacífico. Este programa tiene por objeto promover la agroecología y las prácticas agrícolas sostenibles dirigidas a aumentar y conservar la fertilidad del suelo, hacer un uso más eficiente de los fertilizantes sintéticos y orgánicos, gestionar de manera sostenible los recursos hídricos en aras de garantizar el uso óptimo de los nutrientes del suelo, producir biofertilizantes locales, utilizar biodigestores y facilitar el acceso de los pequeños productores a insumos que se adapten a las condiciones agroecológicas locales. Las actividades se llevarán a cabo en Etiopía, Liberia, Malaui, Malí y Níger, a los que podrían añadirse otros países con el tiempo.

La UE también concederá una donación valorada en 18,2 millones de euros al Programa Mundial a favor de los Pequeños Productores Agroecológicos y la Transformación Sostenible de los Sistemas Alimentarios. Además, Bélgica aportará una suma adicional de 5 millones de euros. En el marco de este programa, se ampliarán de escala las prácticas agroecológicas y se ayudará a los pequeños productores a través de mejoras en el acceso a los conocimientos, los servicios de apoyo, las tecnologías y los mercados.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es probable que en los próximos años los fenómenos meteorológicos extremos aumenten en frecuencia y magnitud y pongan en riesgo los sistemas alimentarios de todo el mundo, puesto que la escasez de suministros y el alza de los precios parecen inevitables con cada nueva crisis.  Al mismo tiempo, los ecosistemas y los suelos se verán cada vez más amenazados por el cambio climático y el agotamiento de los recursos debido a la sobreexplotación.

La agroecología aporta soluciones al ayudar a los pequeños productores a adaptarse al cambio climático, gestionar de manera más eficiente los recursos naturales, conservar la biodiversidad y revertir las tendencias relativas a la degradación de la tierra, a la vez que brinda una alternativa al uso de fertilizantes sintéticos y aumenta la producción.

El número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda se disparó de 135 millones en 2019 a 345 millones en 2022. Se estima que en 2022 había en torno a 828 millones de personas en situación de malnutrición crónica y que casi 3 100 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable.