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miércoles, mayo 8, 2024

Acuerdo unánime entre ganaderos y expertos para exigir el control del lobo

  • La Voz organizó el lunes un foro de debate sobre la convivencia en el noroeste peninsular, con ocho ponentes y la intervención de un eurodiputado

La convivencia del lobo con la ganadería extensiva es un debate de plena actualidad ya que la Comisión Europea volverá a revisar, en unos días, el estatus de protección del cánido. La tensión social sobre se incrementa desde hace años y, especialmente, desde que en el pasado 2021 la especie se incluyó en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), por lo que se extendió la prohibición de cazarlo a las comunidades autónomas asentadas al norte del río Duero.

Para responder a este debate La Voz de Galicia organizó el lunes 18 de marzo un debate sobre la convivencia con el loboen el salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería (EPSE), en el Campus Terra de Lugo. Al encuentro informativo acudieron ganaderos, pero también expertos, técnicos e investigadores que debatieron durante dos horas sobre la situación del cánido en las comunidades más afectadas, como Galicia, y su afección a la ganadería extensiva, un motor de la economía de la provincia de Lugo

La primera mesa redonda estuvo formada por Xabier Fernández, ganadero de ovino; Gemma San Pedro, ganadera de caprino en Guntín; Xavier Fraga, criador de caballos en O Xistral y Concha Blanco, ganadera de vacuno de leche en Friol. Todos y cada uno de los ponentes explicaron en la primera parte del debate, que se retransmitió en directo a través de la web de La Voz de Galicia, en las redes sociales y en Youtube, los numerosos ataques del lobo que sufrió su ganado, con consecuencia de muerte para los animales en la mayor parte de los casos.

«En mis 13 años como ganadera los ataques son frecuentes.Llevaba año y medio sin problemas gordos, pero la semana pasada llegaron dos lobos a la puerta de mi casa, a las 10 de la mañana. Los mastines fueron corriendo, los ahuyentaron, pero después me encontré el panorama. Una cabra completamente devorada, otra muerta..», explicó Gemma San Pedro. Por su parte, Javier Fraga aseguró que el conflicto se intensifica desde hace 20 años, explicando que la depredación hace que no sobreviva un solo potro: «Tiven seis danos nunha semana, queda o 30 % das bestas que había. No Xistral hai grupos moi fortes, con 10 ou 12 exemplares adultos, que consumen moita carne. Eu crío cabalos de pura raza galega, non deberían estar tan protexidos coma o lobo? Ao final, sae máis barato deixalos comer».

El ganadero Xabier Fernández habló de cómo el lobo se adapta al medio: «Ao principio os ataques eran nocturnos e en zonas máis apartadas. Os últimos foron pegados ás casas e nalgún os meus mastíns resultaron feridos. A manada foi aprendendo a matar asumindo un maior risco».

Concha Blanco sufrió el primer ataque en el año 2013 y desde entonces, explica que tuvo tiempo «a facer un memorial do lobo». Aseguró que los mastines fueron de gran ayuda, pero que los problemas de convivencia con el cánido persisten. «Eu fago o que facían os meus avós», detalló. Ella, junto con sus compañeros ganaderos, fue rotunda al exigir medidas inmediatas a todas las administraciones. «Me planteé dejarlo muchas veces», dijo Gemma. Las palabras también las suscribió Javier

Segunda mesa de debate

En la segunda mesa de debate participaron Santiago Crecente, investigador del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM); Luis Llaneza, biólogo, asesor y coordinador de varios censos; Luis Eusebio Fidalgo, presidente de la Federación Galega de Caza y Pedro Alonso Iglesias, biólogo experto en lobo y responsable de varios censos.

Santiago Crecente explicó que el conflicto con el lobo no es reciente y que la alta densidad que hay en Galicia «implica que o conflito estea máis candente que nunca». Como solución, explicó que a pesar de las dificultades «dalgunha maneira haberá que botarlle unha man aos gandeiros». Crecente hizo hincapié en la efectividad de las medidas preventivas, aunque también admitió que no hay ningún sistema de cierres impermeable a la entrada del lobo.

Por otra parte, Luis Llaneza aseguró que ganaderos y lobos pueden coexistir, «pero con una base de diálogo de encuentro porque no será posible en un clima de enfrentamiento. El problema del lobo no es de conservación, es de índole social.Hace falta diálogo y paciencia».

En palabras de Luis Eusebio Fidalgo, la polémica sobre la convivencia «se ha politizado, pero el que lleva los palos rotos es el que alimenta y mantiene al lobo. Si el conflicto social se relaja el primer beneficiado va a ser el cánido sin duda alguna, pero si los ganaderos no logran sobrevivir pues mal vamos», dijo Fidalgo.

En opinión de Pedro Alonso Iglesias el problema actual «é común en Europa, un problema de xestión do territorio, de priorización de determinadas actividades económicas que dan lugar a que as formas de vida tradicionais estean abocadas a esmorecerse». Asegura el experto que el abandono de zonas rurales provocó el abandono de aldeas, «e iso fai que o lobo multiplique a súa incidencia sobre os últimos resistentes do rural. Quéixanse, pero a administración fai oídos xordos. Sen consenso, a solución vai ser difícil, especialmente cando a tendencia é que as especies silvestres incrementen poboación e recuperen espazos». El biólogo también recalcó los enfrentamientos del Gobierno con las comunidades autónomas.

Por último, La Voz invitó a representantes españoles en la Unión Europea, pero declinaron la invitación, salvo Juan Ignacio Zoido, eurodiputado del Partido Popular (PP), que intervino en el encuentro informativo a través de videoconferencia y desde Bruselas. El político suscribió las exigencias de los ganaderos, apoyó las exposiciones de los técnicos y prometió todo su apoyo «para facilitar la convivencia con el lobo».

 

Fuente: LVG

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