- El nordés frena temporalmente la Vespa velutina, pero la avispa común avanza sin control en Galicia, con riesgos para la biodiversidad y la economía.
El nordés alarga el ciclo de la velutina… por ahora
El viento del nordés está retrasando el desarrollo de la Vespa velutina, pero no detendrá su llegada: según expertos, las velutinas “aparecerán a finales de agosto y septiembre, como el año pasado; estuve retirando nidos hasta febrero” .
Ese retraso es sólo temporal: la especie invasora mantiene su imparable expansión por Galicia, donde coloniza cada vez más el medio rural y periurbano.
Nueva amenaza: invasión de avispa común
Lo que renueva alarma es la creciente invasión de avispa común (Vespula spp.). Menos mediática, pero también voraz, esta especie prolifera con facilidad en ausencia de competidores o controles. Aparece en nidos y trampas preparados para la velutina, compitiendo y amenazando colmenas y cultivos.
Este doble ataque de himenópteros coloca a la apicultura, la fruticultura y la salud pública en una posición compleja: contención simultánea o riesgo de colapso ecológico.
Ciclo de la invasora oriental: claves para la gestión
La Vespa velutina sigue un ciclo bien delineado en nuestro clima:
1. Reinas en hibernación emergerán entre febrero y abril.
2. Construcción de nidos y puesta inicial.
3. Obreras fortalecen la colonia.
4. Reinas y machos nacen al acabar el verano; sólo las reinas sobreviven para repetir ciclo .
5. Llegada del frío cierra la temporada: con ellas mueren obreras y reinas del año anterior.
Aunque el nordés retrase el ciclo, no lo elimina: el efecto solo pospone, pero no impide la expansión anual.
Impactos asociados: polinización, biodiversidad y salud
• Al apicultor: la velutina depreda colmenas —entre el 45 % y 80 % de su dieta son abejas.
• En la agricultura: la velutina y las avispas comunes se alimentan de frutas maduras, dañando cosechas.
• Ecológicamente: desplazan himenópteros nativos, alteran equilibrio y polinización.
• Salud pública: aumenta el riesgo de picaduras y alergias; Galicia ya registra una de las tasas más altas de mortalidad por este motivo.
Estrategias combinadas para dos amenazas
1. Trampeo estratégico:
• Reinas de velutina (febrero–mayo), con cebos fermentados.
• Obreras (verano–otoño), con trampas de solución azucarada .
2. Protección de colmenas: uso de reductores de piquera (~5,5 mm) para impedir acceso de avispones grandes.
3. Monitoreo dual: debido a la presencia significativa de avispa común, se requieren trampas específicas y seguimiento de especie.
4. Formación ciudadana: campañas de identificación, diferencias con V. crabro, y protocolos de alerta (112, 012 Xunta) .
5. Coordinación institucional: Xunta de Galicia impulsa acciones como la instalación masiva de trampas (20 000 en 2025) y la colaboración entre ayuntamientos, técnicos y asociaciones apícolas.
¿Por qué debe importarnos al sector marino?
• La polinización costera es clave para flora dunar y especies halófitas: su alteración afecta ecosistemas de playa, salinas y acantilados.
• Riesgo en actividades turísticas y de recreo: rutas de senderismo, kayak y visitas a patrimomio marino enfrentan más picaduras.
• Economía verde litoral: huertos urbanos, balsas de agua dulce o cooperativas forestales costeras se ven afectados por impacto agroambiental.
Más viento, más control, más urgencia
El nordés retrasa temporalmente a la velutina, pero no cambia la tendencia de expansión. La invasión conjunta con la avispa común exige respuestas coordinadas: trampeo dual, comunidad informada, y apoyo institucional.
Detrás de este reto están apicultores, agricultores y operadores turísticos, especialmente en la zona costera, que demandan una gestión eficaz y adelantada, no reactiva. Convertir este aviso en acción inmediata puede ser la diferencia entre curar y prevenir el desequilibrio ecológico en Galicia.