- Galicia refuerza su lucha contra la Flavescencia Dorada de la vid, ampliando las zonas demarcadas y las medidas fitosanitarias para frenar esta plaga emergente.
La alarma vuelve a sonar en los viñedos gallegos. La Flavescencia Dorada, una plaga devastadora para la vid causada por el Grapevine flavescence dorée phytoplasma y transmitida por el insecto vector Scaphoideus titanus, sigue extendiéndose en Galicia. El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado una resolución que amplía las zonas demarcadas, incluyendo nuevos focos en los municipios ourensanos de A Arnoia y Ribadavia, y extiende las áreas tampón a parroquias colindantes en Castrelo de Miño, Melón, Cartelle y Ramirás. Consulta el DOG aquí.
Desde su detección inicial en 2023, la Flavescencia Dorada ha supuesto un desafío creciente para el sector vitivinícola gallego. Con presencia confirmada en municipios de Pontevedra como A Cañiza, Arbo y Tomiño, y ahora con su expansión en Ourense, esta enfermedad amenaza la sostenibilidad de un sector que genera riqueza, empleo y prestigio internacional para la región.
Medidas urgentes para un problema en expansión
La resolución no deja margen para la improvisación. Los propietarios de parcelas con presencia confirmada de la plaga deberán eliminar inmediatamente las plantas infestadas y aplicar tratamientos insecticidas autorizados en toda la parcela afectada. Además, en las zonas demarcadas será obligatorio realizar tratamientos fitosanitarios en los periodos de vuelo del vector, una medida crucial para evitar la propagación de la enfermedad.
Estas medidas se aplican tanto en las zonas infestadas, donde ya se ha confirmado la plaga, como en las zonas tampón, diseñadas para actuar como barrera preventiva. La experiencia en otras regiones europeas muestra que la rápida detección y erradicación son clave para contener este problema.
Un reto para el futuro del vino gallego
El sector vitivinícola en Galicia no solo es un pilar económico, sino también cultural. Los viñedos de Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei y Valdeorras representan tradición, innovación y un producto estrella en los mercados internacionales. Sin embargo, la amenaza de la Flavescencia Dorada pone en jaque a los productores, obligándolos a adoptar nuevas estrategias de gestión y control.
La Consellería de Medio Rural, a través de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, refuerza su compromiso con los viticultores afectados, pero el desafío exige un esfuerzo conjunto. La cooperación entre administración, investigadores y productores será esencial para evitar que esta plaga se convierta en un problema estructural en el sector.
Una amenaza global con impacto local
La expansión de la Flavescencia Dorada no es un fenómeno exclusivo de Galicia. Esta plaga, originaria del sudeste europeo, ya ha causado estragos en regiones vitivinícolas de Italia, Francia y España, demostrando su capacidad para adaptarse y expandirse rápidamente. Galicia, con un clima y características propicias para la vid, no es inmune, lo que subraya la importancia de actuar con rapidez y decisión.
El camino será largo, pero el compromiso del sector y las medidas preventivas aplicadas pueden marcar la diferencia. En juego está no solo la salud de los viñedos, sino también el futuro de uno de los símbolos más preciados de la economía y la cultura gallega: el vino.