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jueves, mayo 15, 2025

Más de 100.000 gallegos se plantan en Santiago al grito de “Altri Non”

  • Una movilización histórica une a toda Galicia para defender su modelo productivo y ambiental frente a la planta de celulosa impulsada por la Xunta y Altri.

Santiago se convierte en el corazón de la resistencia gallega

Más de 100.000 personas inundaron ayer las calles de Santiago de Compostela en una manifestación sin precedentes contra el proyecto de la planta de celulosa de Altri. Desde la Alameda hasta la Plaza del Obradoiro, la ciudadanía gallega, unida por colectivos vecinales, productivos, ecológicos y sociales, lanzó un mensaje contundente bajo el lema: “A Xunta non pode calar a todo un país. Altri Non!”.

La magnitud de la convocatoria desbordó todas las expectativas. La Plaza del Obradoiro, epicentro de la protesta, tuvo que ser vaciada y llenada en dos ocasiones para permitir la lectura del manifiesto. Incluso una hora después del inicio de la marcha, la Alameda seguía abarrotada. Según los organizadores, liderados por las plataformas Ulloa Viva y En Defensa da Ría de Arousa(PDRA), este acto marca un antes y un después, comparable a las movilizaciones por la tragedia del Prestige en 2002.

“El futuro de Galicia no se negocia”

Marta Gontá, presidenta de Ulloa Viva, fue contundente en su discurso: “Estamos aquí para dejar claro que nuestras hijas heredarán una tierra fértil, una ría productiva, aire limpio y agua pura. Y eso no es negociable”. Dirigió sus palabras directamente a Altri, la Xunta y Greenalia, a quienes acusó de priorizar intereses empresariales por encima del bienestar de las generaciones futuras.

Por su parte, Xaquín Rubido, presidente de la PDRA, señaló la falta de consenso social en torno al proyecto: “La Xunta no está legitimada para cambiar unilateralmente el modelo productivo de este país ni para imponer una industria que actúa contra la sociedad gallega”. Rubido denunció el abandono de miles de familias dedicadas al mar, la agricultura, la ganadería y el turismo, sectores clave para el equilibrio económico y ambiental de Galicia.

Ambos portavoces criticaron además la postura del Partido Popular, que rechazó una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para proteger los sectores tradicionales, y su papel en Europa al vetar la presencia de las plataformas en el Parlamento Europeo. “Dicen que este tema no preocupa a la sociedad gallega, pero aquí estamos para demostrar lo contrario”, declararon.

Un modelo productivo en el centro del debate

La protesta trascendió la oposición a una planta de celulosa para cuestionar el modelo de desarrollo que la Xunta pretende imponer en Galicia. Los manifestantes, con pancartas y mensajes reivindicativos, defendieron un modelo basado en la sostenibilidad, la producción local y el respeto al territorio, frente a la introducción de una macroindustria considerada incompatible con el medio ambiente y las actividades tradicionales.

Uno de los símbolos más impactantes de la manifestación fue una tela de 150 metros que representaba el río Ulla, atravesando las calles de Santiago para ilustrar los posibles impactos de la planta en los ecosistemas y las comunidades, desde A Ulloa hasta Arousa.

(El video puedes visualizar lo siguiente: La manifestación salió de la Alameda a las 12:00 Horas, tal y como estaba previsto, previas declaraciones a los medios (excepto CRTVG) de Marta Gontá, presidenta de la Plataforma Ulloa Viva (PUV), y Joaquín Rubido, presidente de la Plataforma por la Defensa de La Ria de Arousa (PDRA). A las 13.00 horas todavía seguía saliendo gente de la alameda, aunque a esa hora ya la Plaza del Obradoiro estaba aborrotada de gente que ya había llegado, y como no había espacio para que todos los que participaron en la manifestación permanecieran en la plaza, los organizadores les comunicaban que la fueran abandonando para que pudieran entrar los demás participantes. Eran las dos de la tarde y todavía seguía entrando gente en la Plaza por las calles de de la zona vieja que desembocaban en la plaza. Había participantes de todas la zonas del rural (sobre todo de la Ulloa) y de las rías (sobre todo de la de Arousa). También participaron sindicatos, cofradías,… y partidos políticos, excepto el PP, así como sus dirigentes)

El clamor ciudadano no cesa

La movilización fue posible gracias a meses de organización por parte de vecinos, asociaciones y colectivos de todo tipo. Más de 40 autobuses procedentes de distintas comarcas trasladaron a miles de personas, reflejando la amplitud del rechazo al proyecto de Altri. “Esto no es solo una manifestación; es un grito colectivo por nuestro territorio, nuestro pasado, presente y futuro”, declararon los organizadores.

El mensaje de la jornada fue claro: la ciudadanía gallega no aceptará imposiciones que comprometan su tierra y su modo de vida. Las plataformas convocantes instaron a la Xunta a prolongar los plazos de alegaciones, abrir un debate real en la sociedad y respetar la voluntad popular.

Una Galicia que no se calla

La movilización de Santiago es un recordatorio del poder de una ciudadanía organizada y de una sociedad que reivindica su capacidad para decidir sobre su futuro. La pregunta ahora recae sobre la Xunta de Galicia: ¿escuchará el clamor de más de 100.000 personas que exigen respeto por su tierra y su modelo productivo?

La lucha continúa, y lo vivido en Compostela es solo el principio de una resistencia que no se dejará silenciar.

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