- La caída de un rayo en Rodeiro mata a 22 vacas y deja en crisis a una familia ganadera que afronta el futuro con incertidumbre.
La tragedia que sacude a una granja en Rodeiro
El pasado domingo, la localidad de Quintá, en la parroquia de Santa María de Pescoso, Rodeiro, fue escenario de una tragedia que ha dejado en shock a una familia ganadera. Un rayo, caído durante una fuerte tormenta, acabó con la vida de 22 vacas de una sola vez, dejando a otras tres gravemente afectadas. El incidente ha supuesto un golpe devastador para la explotación familiar de Cándido Pardo Vence y Julia Méijome Gil, quienes ahora enfrentan un futuro incierto.
Una tragedia en segundos
Eran alrededor de las 18:30 horas cuando Julia Méijome conducía el rebaño de 25 vacas por un camino rural lleno de agua debido a las intensas lluvias. De repente, un estruendo estremecedor anunció la caída del rayo que, aprovechando la acumulación de agua en la vereda, electrocutó a las vacas que caminaban en fila. Julia, que llevaba botas de goma, logró salvarse milagrosamente: “Iso foi o que me salvou”, relató aún conmocionada.
De las 25 reses, solo tres lograron sobrevivir al impacto, aunque presentan quemaduras y su estado de salud es delicado. Una de ellas, además, estaba preñada. La familia espera la visita del perito para tramitar el seguro y proceder a la retirada de los cadáveres que yacen en el camino, aún embarrado por las lluvias torrenciales.
Golpe emocional y económico para la familia
La explotación ganadera era el pilar económico de esta familia, especialmente cuando Cándido Pardo está a solo cinco años de su jubilación. La pérdida de 22 vacas supone un golpe financiero y emocional devastador, ya que no solo eran el sustento económico, sino también el fruto de décadas de trabajo y dedicación.
Un vecino, Se Fernández, describe la calidad de los animales perdidos: “Tiña unhas vacas moi boas, daba gusto velas, as tiña moi ben mantidas e moi limpiñas”. Algunas de las reses estaban a punto de parir, lo que agrava aún más la situación.
(Fuente: Eco y CRTVG)
El impacto en la comunidad rural
El suceso ha conmocionado a toda la comunidad ganadera de Rodeiro, donde los agricultores y ganaderos saben lo que significa perder el fruto de años de esfuerzo en cuestión de segundos. La tragedia pone de manifiesto la vulnerabilidad de las explotaciones rurales frente a fenómenos naturales extremos, en un contexto ya marcado por la incertidumbre económica en el sector lácteo.
Aunque la familia cuenta con seguro, Julia asume la situación con resignación: “Xa non hai que facerlle. Son cousas que pasan”. El matrimonio y sus hijos siguen tramitando el seguro, pero son conscientes de que, aunque reciban una compensación económica, nada podrá reemplazar el vínculo emocional que tenían con sus animales.
Lecciones para el futuro: protección frente a tormentas
Este trágico incidente abre el debate sobre las medidas de seguridad en explotaciones ganaderas frente a fenómenos meteorológicos. La recomendación de utilizar calzado aislante ha quedado demostrada en este caso como una precaución vital. Además, el hecho de que Julia no caminara pegada al ganado fue determinante para evitar una tragedia mayor.
Las asociaciones ganaderas de Galicia ya están considerando promover campañas de concienciación sobre seguridad frente a tormentas, especialmente en zonas rurales donde el riesgo de impacto de rayos es más alto.
Cuando la naturaleza golpea el corazón rural
El rayo que acabó con la vida de 22 vacas en Rodeiro no solo ha dejado a una familia al borde del cierre, sino que también ha conmocionado a toda una comunidad que vive de la tierra y el ganado. En un contexto donde la rentabilidad de las explotaciones está en duda, sucesos como este ponen de manifiesto la fragilidad del sector rural gallego ante los imprevistos de la naturaleza.
La familia Pardo Méijome afronta ahora el reto de reconstruir su medio de vida mientras asimilan una pérdida que va más allá de lo económico. La solidaridad de los vecinos es su mayor apoyo en estos momentos, mientras Julia, aún conmovida, se consuela con haber salido ilesa.
