- Voluntarios de Adega eliminan la Oreja de Gato de los Molinos de Lens, en Ames
La biodiversidad biológica de Galicia está amenazada por decenas de especies exóticas invasoras. Una de ellas es la Tradescantia fluminensis, conocida popularmente como oreja de gato o amor de hombre, originaria de Brasil. Esta planta ornamental prospera en áreas húmedas y sombrías y ha sido detectada por la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) en una zona cercana a la Rede Natura 2000, específicamente en los molinos de Lens, en el municipio de Ames. Ayer, Adega llevó a cabo una intervención para eliminar esta especie.
“Es una de las especies más problemáticas que encontramos a lo largo de los cursos fluviales en Galicia y tiene un gran impacto cuando se extiende de forma incontrolada por las riberas”, afirma Paco Bañobre, educador ambiental de Adega, quien participó en la extracción de la oreja de gato en esa área del río Tambre. Esta acción forma parte de un proyecto financiado con fondos europeos, que incluye iniciativas similares en los ríos Tea, Limia, Arnego y Bibei.
Plantas vulnerables en los márgenes del Tambre
La selección de este tramo del Tambre en Ames no fue al azar. Adega ha estado solicitando a la Xunta que incluya este segmento del río en la ampliación de la Red Natura 2000, debido a sus “valores naturales muy destacables”, según Bañobre. Además, en los molinos de Lens crecen dos plantas catalogadas como vulnerables en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas: la Selinum carvifolia y la Elona quimperiana, también conocida como caracol de Quimper.
El desafío de las especies invasoras en Galicia
Determinar el número exacto de especies invasoras exóticas que amenazan la flora gallega es complicado. Algunas, como la hierba de la pampa y la acacia mimosa, son bien conocidas y han sido objeto de advertencias por parte de asociaciones ecologistas. Otras especies, menos visibles, ocupan el espacio de las plantas autóctonas. Sin embargo, como destaca Paco Bañobre, no existe un consenso claro sobre lo que constituye una especie invasora. Adega considera al eucalipto dentro de esta categoría, aunque no está oficialmente catalogado como tal, permitiendo así su plantación y transporte.
“Son plantas a las que no podemos quitarles la vista de encima, porque una vez que una especie invasora se establece en el territorio, ya no hay vuelta atrás; es prácticamente imposible erradicarla”, advierte Bañobre.