- La organización recuerda que la rentabilidad de ambos ve ligada e insta a dejar de lado intereses sesgados y a comenzar a pensar en el bien común
Santiago, 10 de noviembre de 2023.- Uniones Agrarias no pretende gestionar ni dirigir la empresa de nadie, pero tampoco va a permitir que nadie dirija ni gestione las ganaderías gallegas. La organización agroganadera lamenta el enfado de la presidenta del Grupo Lence con motivo de la comunicación realizada en relación a la evolución de los precios de la leche y la próxima renovación de contratos. Unas declaraciones que, si bien califica de “difamatorias”, “medias verdades y mentiras completas”, la dirigente de Leche Lo ríe sabe bien que se corresponden plenamente con la realidad de las explotaciones de nuestra Comunidad.
Uniones Agrarias recuerda que la dirección de cualquier empresa a la fuerza debe ser compatible con la normativa vigente. Algo que a día de hoy pasa por la negociación y por el cumplimiento estricto de la Ley de Cadena Alimentaria. En ese sentido, la organización agroganadera lamenta que, a pesar de que Ulega sea a día de hoy la organización de productores lácteos más grande y Europa, de manera mayoritaria las industrias continúen evitando la negociación colectiva e impulsando contratos de adhesión redactados de acuerdo a sus propios intereses y sin tener en cuenta a evolución de los costes de producción de las granjas. Así las cosas, Uniones Agrarias hace un llamamiento para que el conjunto de las industrias comiencen a tomar nota del marco legal vigente y hagan posible un cambio en el modelo de relación que vienen manteniendo con el sector productor que, tal y como estipula la normativa vigente, se desarrolle en el marco de una mesa de negociación.
Uniones Agrarias no va a entrar en debates absurdos sobre el porcentaje de galleguidad de unos o de otros, pero tampoco va a tolerar que se le acuse de mentir cuando los datos demuestran que en las últimas dos renovaciones de contratos de este año las ganaderías gallegas llevan padeciendo rebajas en los precios que cobran por la leche que producen. Los números están ahí, y una organización que, como la nuestra, trabaja en el campo de la representación del sector productor y que cuenta con más de 2.600 productores lácteos asociados, no precisa recurrir la ninguna industria para conocer los datos reflejados en los contratos de aprovisionamiento.
Por mucho malestar que le genere y por mucho que se acuse la esta organización de transmitir “verdades a medias”, en la propia carta divulgada por la presidenta del Grupo Lence este reconoce las bajadas acometidas en las últimas renovaciones. Bajadas que no dejan de sello por el hecho de que su empresa supuestamente “pague por arriba de la media en Galicia”. En ese sentido, Uniones Agrarias recuerda que las medias son traicioneiras y enmascaran una realidad que premia a las explotaciones con mayores volúmenes de producción pero que supone precios muy inferiores para aquellas con una menor capacidad productiva.
Existen ofertas por escrito que ratifican la intención de Leche Lo ríe y de otras industrias de acometer una bajada de 3 céntimos en la próxima renovación de contratos. Una tentativa que ha sido correxida luego de las presiones ejercidas en las últimas semanas por Uniones Agrarias y después de que la propia Consellería de Medio Rural, con quien esta organización ven colaborando estrechamente para garantizar el cumplimiento de la Ley de Cadena y preservar los derechos y la rendabilidade del sector productor, hiciera sus las reclamaciones de precios justos para las granjas gallegas.
Llaman la atención las declaraciones de la presidenta del Grupo Lence en relación a la supuesta pérdida de competitividad de la industria láctea que ella atribuye al hecho de que los precios en origen en España son más altos que en el conjunto de Europa. Unas manifestaciones que no se corresponden con la cuenta de resultados hecha pública por una empresa que el año pasado, de acuerdo con los datos trasladados a los medios de comunicación, duplicó su beneficio bruto.
Uniones Agrarias recuerda que, mientras que el precio que las industrias pagan a los ganaderos se redujo alrededor de 10 céntimos entre enero y agosto de este año, no aconteció así con el PVP de la leche, que continúa inalterable. La organización vuelve a incidir en la satisfacción que produce comprobar que, a pesar de los desencuentros pasados, a día de hoy las industrias lácteas parecen estar la correxir antiguos vicios y apuestan por garantizar la rendabilidade del sector productor que las sustenta manteniendo los precios en origen.
La organización agroganadera confía en que, como ven haciendo, el Grupo Lence y las demás industrias que operan en nuestra Comunidad continúen “creando empleo y riqueza en Galicia”. Algo que no será posible sin un cambio en las relaciones de estas con el sector productor y si no se garantiza el cumplimiento estricto de la Ley de Cadena Alimentaria.
Uniones Agrarias vuelve a recordar que para que en Galicia existan industrias que recojan y comercialicen leche es imprescindible que existan también ganaderas y ganaderos que produzcan esa leche. Algo que no será posible si esas industrias siguen poniendo contra las cuerdas la rendabilidade del sector productor y forzando precios a la baja en origen.
En ese sentido, la organización agroganadera vuelve a celebrar un reciente cambio de tendencia que espera se mantenga en el tiempo; y que resulta imprescindible para garantizar la rendabilidade y el futuro no solo de las explotaciones gallegas, sino del conjunto de la cadena láctea.
Uniones Agrarias recuerda que la evolución de los precios no puede depender de ningún empresario, sino que debe ir ligada a la evolución del comprado y de los costes de producción. Y reafirma su papel en la representación y defensa de los intereses y de la viabilidad del sector productor, que no puede depender de la cuenta de resultados de ninguna industria.
