- Unións Agrarias denuncia que la inspección masiva de Catastro criminaliza injustamente al sector agroganadero gallego por casos aislados, generando confusión y temor.
La organización agroganadera advierte que la campaña iniciada por Catastro, con el envío masivo de cartas a titulares de fincas, podría provocar un aumento del abandono rural.
El sindicato Unións Agrarias ha expresado su malestar ante la alarma social que ha generado la campaña de inspección de titularidades de parcelas y acceso a las subvenciones de la PAC iniciada por el Catastro en Galicia. La organización señala que el envío masivo de cartas a propietarios de fincas ha provocado un clima de desconfianza que, lejos de aportar soluciones, podría agravar la situación de abandono del medio rural. Unións Agrarias critica que se trate de generalizar lo que no son más que casos aislados, dando lugar a la criminalización injusta del sector agroganadero.
Un procedimiento que pone en riesgo la estabilidad rural
Unións Agrarias insta a la administración a actuar con sensatez, señalando que, aunque la lucha contra el fraude es necesaria, las medidas adoptadas en esta campaña son desproporcionadas e inadecuadas. La falta de actualización en los datos catastrales de muchas fincas gallegas es un problema conocido desde hace décadas, ya que en muchos casos no se han revisado en generaciones.
La organización critica que la respuesta de la administración sea el envío masivo de notificaciones intimidatorias, que amenazan con sanciones y generan un ambiente de incertidumbre entre los propietarios. Esto podría tener consecuencias negativas, como la desmotivación de los productores y la disminución de la disposición a ceder tierras, en un contexto donde la disponibilidad de tierras ya es uno de los mayores desafíos para el sector.
Obstáculos para el acceso a la tierra en Galicia
El acceso a la tierra es uno de los problemas estructurales del sector agroganadero gallego, que cuenta con una superficie agraria útil significativamente inferior a la media estatal. Unións Agrarias ha advertido en repetidas ocasiones que la movilización de tierras en desuso sigue siendo un asunto pendiente. Con la actual campaña del Catastro, temen que este problema se agrave aún más, obstaculizando el desarrollo del sector y fomentando el abandono rural.
La organización pide al gobierno que revise este tipo de actuaciones, que en lugar de incentivar la actividad agroganadera, ponen trabas al desarrollo rural y generan incertidumbre entre los productores. Para Unións Agrarias, el futuro del campo gallego depende de la adopción de políticas coherentes que favorezcan el acceso a la tierra y apoyen a los pequeños y medianos productores, en lugar de criminalizar al sector por errores administrativos.