- Los accidentes con tractores siguen cobrando vidas en Galicia: urge modernizar la maquinaria agrícola y reforzar la seguridad para frenar esta sangría.
Nueva tragedia en Tui: un hombre fallece atrapado bajo su tractor
Un nuevo accidente mortal vuelve a golpear al rural gallego. El pasado jueves, en una finca de la zona de Os Gaios, en la parroquia de Caldelas (Tui), un agricultor perdió la vida tras quedar atrapado bajo su tractor. A pesar de la rápida intervención de los Bomberos de O Porriño, el 061, la Guardia Civil, la Policía Local y Protección Civil de Tui, solo pudieron certificar el fallecimiento del trabajador.
Un suceso que, lamentablemente, no es aislado y que vuelve a poner en primer plano la necesidad urgente de mejorar la seguridad en el manejo de maquinaria agrícola en Galicia.
Galicia, a la cabeza en accidentes mortales con tractores
Galicia lidera, año tras año, las estadísticas de accidentes mortales con tractores en España. Según datos del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (ISSGA), entre 2016 y 2018 se registraron 53 accidentes mortales relacionados con tractores en nuestra comunidad. La mayoría de ellos no fueron considerados accidentes laborales, sino domésticos o de explotación familiar, por lo que no siempre figuran en las estadísticas oficiales de siniestralidad laboral, invisibilizando en parte el problema.
La situación no ha mejorado en los últimos años: en 2023, el propio ISSGA reconocía un ligero aumento de siniestros, con un repunte preocupante de accidentes de vuelco en explotaciones pequeñas y medianas.
(Fuente CRTVG)
Algunas cifras recientes:
•En 2023, Galicia registró 21 accidentes mortales en el sector agrario, 14 de ellos relacionados con tractores.
•Más del 60% de los siniestros con tractores implican un vuelco, y en un 80% de los casos, el tractor no tenía arco de seguridad (ROPS) o el cinturón no estaba instalado o en uso.
Causas principales de los accidentes
Varios factores confluyen para hacer de los tractores una de las principales causas de muerte en el rural gallego:
•Envejecimiento de los agricultores: la edad media supera los 60 años, lo que incrementa el riesgo de accidentes graves ante una pérdida de control de la máquina.
•Maquinaria obsoleta: se estima que en España hay unos 300.000 tractores antiguos sin ROPS. En Galicia, donde abundan las pequeñas explotaciones familiares, esta cifra es especialmente preocupante.
•Terreno complicado: la orografía gallega, con pendientes pronunciadas y terrenos irregulares, multiplica el riesgo de vuelco.
•Falta de formación específica: muchos agricultores no han recibido formación actualizada en manejo seguro de maquinaria.
•Falta de mantenimiento: los tractores viejos suelen presentar deficiencias mecánicas graves que comprometen la seguridad.
Soluciones urgentes para frenar la sangría
La realidad exige medidas inmediatas y coordinadas. Estas son algunas propuestas concretas:
1. Renovación del parque de tractores
•Subvenciones y ayudas directas para el achatarramiento de tractores sin ROPS y su sustitución por maquinaria moderna con las máximas medidas de seguridad.
•Bonificaciones fiscales para la adquisición de tractores nuevos o seminuevos homologados.
2. Formación y concienciación
•Programas formativos obligatorios para la obtención de licencias específicas de manejo de tractores.
•Campañas de sensibilización dirigidas a todo el sector agrario, especialmente en comarcas donde más accidentes se producen.
3. Inspecciones técnicas obligatorias
•Implantar inspecciones técnicas periódicas de maquinaria agrícola para asegurar su correcto estado y la instalación de dispositivos de protección.
4. Incorporación de nuevas tecnologías
•Fomentar el uso de tractores inteligentes, con sistemas de aviso de vuelco, cinturones de seguridad activos y telemetría que detecte riesgos inminentes.
El rural no puede esperar más
La muerte del agricultor en Tui es un drama humano, pero también un grito de alarma que no puede seguir ignorándose. Cada vida perdida en el campo gallego por accidentes con tractores es un golpe para familias, comunidades y para el futuro mismo del rural.
Proteger a quienes trabajan la tierra debe ser una prioridad. No bastan los lamentos tras cada tragedia: es necesario actuar de manera decidida, valiente y estructural. Galicia merece un rural vivo, seguro y digno para quienes lo sostienen día a día.