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sábado, abril 19, 2025

El acuerdo UE-Mercosur: impulso al vino gallego, riesgo para agricultores y ganaderos

  • El tratado UE-Mercosur beneficia al vino gallego con nuevos mercados, pero amenaza al sector agrícola y ganadero por la competencia desigual con productos de bajo coste.

El reciente acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, tras 25 años de negociaciones, ha sido celebrado como una victoria comercial por Bruselas y sectores industriales. Sin embargo, en Galicia, su impacto es desigual: mientras el sector del vino se posiciona como uno de los principales beneficiados, los agricultores y ganaderos se enfrentan a un panorama incierto y cargado de riesgos.

Ventajas para el sector vinícola

El mercado de Mercosur, con más de 700 millones de consumidores, abre una gran oportunidad para el vino gallego. La eliminación de aranceles que actualmente llegan al 27% permitirá a los productores locales competir en igualdad de condiciones en países como Brasil y Argentina, donde el consumo de vinos importados está en auge. Este acuerdo podría reforzar las exportaciones de denominaciones gallegas como Rías Baixas y Ribeiro, generando un impulso para este sector en crecimiento.

Golpe al sector agrícola y ganadero

Por otro lado, el impacto para los agricultores y ganaderos gallegos es mucho menos alentador. Mercosur es uno de los mayores exportadores mundiales de carne y productos agrícolas, con costes de producción significativamente menores que los europeos debido a normativas menos estrictas en cuanto a sostenibilidad y seguridad alimentaria.

La entrada de carne sudamericana a precios bajos amenaza con inundar el mercado europeo, dejando a los ganaderos gallegos en desventaja. Según organizaciones agrarias, el acuerdo no garantiza una competencia justa: mientras que los productores europeos deben cumplir con estándares medioambientales y de bienestar animal muy estrictos, países como Brasil continúan utilizando pesticidas prohibidos en la UE y expandiendo su industria cárnica a costa de la deforestación masiva.

Además, los agricultores gallegos que dependen de cultivos como el maíz o la soja, utilizados mayoritariamente como alimento para ganado, podrían enfrentar un descenso en los precios debido a la mayor importación de estos productos desde Mercosur.

Preocupación en Europa y Galicia

Francia, Austria, Polonia y otros países ya han mostrado su oposición al tratado, argumentando que los desequilibrios afectan gravemente al sector primario. En Galicia, esta preocupación se amplifica por la dependencia económica de la ganadería y la agricultura en el medio rural. Aunque España ha sido un firme defensor del acuerdo por los beneficios que aporta a industrias como el vino y el aceite, las voces críticas dentro del sector agrario advierten que este pacto podría agravar la despoblación rural al debilitar aún más las pequeñas explotaciones familiares.

El Parlamento Europeo deberá ratificar este tratado, lo que deja abierta la posibilidad de ajustes que puedan proteger a los sectores más vulnerables. No obstante, la pregunta persiste: ¿es posible equilibrar el crecimiento de unos sectores sin sacrificar otros? En Galicia, las respuestas deberán llegar antes de que los daños sean irreparables.

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