- El agroalimentario sigue siendo el sector que más empleo genera en Galicia, aunque en 2024 pierde dinamismo mientras otros sectores avanzan.
El agro gallego sigue a la cabeza del empleo rural
A pesar de la pérdida de impulso en 2024, el sector agroalimentario continúa siendo el principal motor de empleo en Galicia. Con 95.000 puestos de trabajo, se mantiene muy por delante del resto de sectores vinculados al rural. Sin embargo, los datos actualizados muestran una ligera caída respecto a 2022, cuando alcanzaba los 98.000 empleos. Esta tendencia es preocupante en un momento en que el relevo generacional sigue bloqueado por la burocracia y la falta de medidas eficaces.
Comparativa 2022 vs 2024: luces y sombras
Según los últimos datos disponibles, este es el panorama del empleo por sectores:
Como se observa, sectores como el forestal y la automoción han mejorado sus cifras, mientras que el agro y la pesca experimentan retrocesos. En el caso del agro, la pérdida no es dramática, pero sí sintomática del estancamiento que vive el campo gallego.
Burocracia y relevo generacional: el freno invisible
El problema no es solo económico. Lo que está asfixiando a muchas explotaciones es la falta de agilidad administrativa. Más del 70% de las familias que quieren incorporar a sus hijos o hijas al frente de la granja encuentran trabas o retrasos. Expedientes atascados, ayudas que nunca llegan y normas que cambian sin previo aviso componen el día a día del ganadero gallego.
Además, los datos de afiliación lo confirman: por cada 100 personas que se jubilan en el campo, solo 23 jóvenes acceden al sistema como nuevos cotizantes.
Galicia necesita una política rural de verdad
Mientras se debate sobre grandes fondos y transiciones ecológicas, el rural sigue esperando acciones concretas. La falta de acceso a tierra, las dificultades para montar una explotación moderna y la brecha digital rural son realidades que no se resuelven con discursos.
El campo gallego ha demostrado que puede sostener empleo, generar riqueza y ofrecer productos de calidad. Pero necesita ser escuchado y acompañado con políticas adaptadas, no con generalidades.
El campo aún resiste, pero ya no aguanta más
El agroalimentario sigue siendo el corazón del empleo rural gallego. Pero los síntomas de desgaste están ahí, y si no se actúa pronto, la caída podría acelerarse. Galicia no puede permitirse el lujo de perder su base rural.
El talento está. Las ganas también. Lo que falta es decisión política.