15.2 C
Galicia
viernes, junio 20, 2025

El Gobierno retira la obligación de veterinario fijo en granjas

  • Las granjas podrán decidir si contar o no con veterinario, plan sanitario y de bienestar, tras la presión del campo al Gobierno.

Voluntariedad en sanidad animal: un cambio clave para el rural

El Consejo de Ministros ha aprobado una modificación importante en la normativa sobre sanidad animal que afecta directamente al trabajo diario de las explotaciones ganaderas. Desde ahora, disponer de un veterinario fijo, así como contar con un plan sanitario integral y un plan de bienestar animal, deja de ser obligatorio y pasa a ser opcional. Esta medida responde a una de las principales demandas del sector rural, que llevaba tiempo reclamando mayor flexibilidad normativa.

Una victoria para las pequeñas explotaciones

La decisión del Gobierno no surge de la nada. Se trata de una de las 43 reivindicaciones que el campo puso sobre la mesa en las movilizaciones agrarias del pasado año, en las que participaron organizaciones como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Unión de Uniones (UdU). Para muchas pequeñas y medianas granjas, especialmente las familiares, la obligación de mantener un veterinario de explotación suponía un coste difícil de asumir, sin que ello garantizara mejoras reales en la sanidad del ganado.

Con la nueva normativa, cada titular de explotación podrá decidir si contar con un veterinario propio o no, adaptándose a sus necesidades y capacidad económica. Eso sí, aquellas granjas que opten por tener este servicio serán consideradas de menor riesgo sanitario, lo que podría facilitar su operativa en determinadas circunstancias, como la comercialización o el acceso a ciertos programas.

Sanidad y bienestar, ¿en riesgo?

Aunque se elimina la obligatoriedad, el Ministerio de Agricultura insiste en que se mantendrá un “alto estatus sanitario” en el conjunto de la cabaña ganadera. Esto se logrará mediante visitas zoosanitarias realizadas por veterinarios, que evaluarán el cumplimiento de los requisitos básicos. Además, el Sistema Integral de Gestión de Explotaciones (SIGE) se adaptará para reforzar la vigilancia que debe ejercer el propio ganadero.

La medida busca un equilibrio entre la autonomía del productor y la seguridad sanitaria, pero abre el debate sobre si este modelo voluntario puede mantener los mismos niveles de control. En un contexto de creciente preocupación por el bienestar animal y la seguridad alimentaria, algunas voces alertan de que flexibilizar las normas podría generar desigualdades entre explotaciones.

Impacto en los sectores porcino, avícola y bovino

Junto con la voluntariedad del veterinario de explotación, la nueva normativa también afecta a sectores clave como el porcino, el avícola y el bovino. Se adaptan las exigencias específicas para estas actividades, eliminando igualmente la obligatoriedad de los planes sanitarios y de bienestar. Además, se concede un año más para que las explotaciones porcinas se ajusten a las normas mínimas de protección del cerdo.

Para el sector bovino, esta medida puede significar un alivio económico importante, sobre todo en zonas de montaña o comarcas con baja densidad ganadera, donde el acceso a servicios veterinarios especializados es más limitado.

Un paso hacia una regulación más realista

El sector rural llevaba tiempo pidiendo leyes que se ajustaran mejor a la realidad del campo, donde no todas las explotaciones son iguales ni tienen los mismos recursos. Con este cambio, se abre la puerta a una gestión más personalizada, pero también se exige mayor responsabilidad por parte del ganadero. La clave estará en encontrar un modelo que combine autonomía y garantías, sin perder de vista la sostenibilidad sanitaria a largo plazo.

Coseguida una de las 43 medidas que pedía el campo

La retirada de la obligatoriedad del veterinario y los planes sanitarios supone un cambio profundo en la gestión de las granjas españolas, especialmente en el ámbito rural. Para muchos, es una medida de sentido común que alivia cargas; para otros, un riesgo que habrá que vigilar. El tiempo dirá si esta flexibilización se traduce en una ganadería más fuerte o si hace falta volver a ajustar las reglas

Artículos relacionados

- Advertisement -spot_img

ÚLTIMOS ARTÍCULOS