- El proyecto de Altri en Palas de Rei amenaza el agua que sostiene al campo gallego. El rural prepara una gran manifestación para defender su futuro.
Un conflicto que une al campo y al mar
El proyecto industrial de Altri en Palas de Rei ha encendido las alarmas en todo el rural gallego. La planta de fibras textiles a partir de celulosa de eucalipto, impulsada por la compañía portuguesa junto a Greenalia, pretende captar 46.000 metros cúbicos de agua al día.
Una cifra que, traducida al terreno agrario, equivale al consumo de más de 15.000 vacas lecheras o al riego de 600 hectáreas de maíz forrajero en verano.
Esa magnitud ha puesto en pie a vecinos, ganaderos y asociaciones rurales, que alertan de que “sin agua, no hay campo”. En una comarca como la Ulloa, donde la ganadería, el forraje y la producción de leche dependen directamente de la disponibilidad hídrica, la preocupación es evidente.
El agua, eje del conflicto rural
El río Ulla, que nace en el corazón agrario de Galicia y alimenta las rías bajas, es el eje sobre el que gira el debate. Las organizaciones agrarias recuerdan que este recurso sostiene la economía local: el abastecimiento de aldeas, la ganadería, los cultivos y las pequeñas industrias agroalimentarias.
Desviar ese caudal hacia una planta de celulosa, advierten, podría romper el equilibrio entre el campo y el mar, afectando tanto al regadío interior como al marisqueo en la ría de Arousa.
Las plataformas recuerdan que el expediente de concesión de aguas de Altri superó el plazo legal de resolución (18 meses), lo que debería haberlo dejado caducado. Sin embargo, Augas de Galicia mantiene el proceso abierto, una situación que colectivos rurales y ambientales consideran “inseguridad jurídica” y “riesgo para el interés público”.
Un modelo industrial que choca con el rural
El conflicto no es solo ambiental, sino también de modelo de desarrollo. Mientras la empresa defiende la creación de empleo, las organizaciones rurales insisten en que “no se puede hablar de progreso si se sacrifica el agua del campo”.
El consumo hídrico de Altri —superior al de centenares de explotaciones ganaderas— contrasta con la tendencia del sector hacia una agricultura y ganadería más sostenibles y eficientes en recursos.
“Una vaca sin agua no da leche, y una tierra sin riego no produce forraje”, señalan desde la comarca. Los agricultores temen que la competencia por el recurso empuje los costes al alza y agrave la vulnerabilidad del rural ante las sequías, cada vez más frecuentes.
Un proyecto que pierde apoyos
A los problemas con el agua se suma otro golpe decisivo: el Gobierno central ha dejado fuera del plan eléctrico 2025-2030 la subestación necesaria para alimentar la factoría.
Sin energía asegurada, sin concesión hídrica y sin consenso social, el proyecto de Altri se tambalea. “No hay agua, no hay electricidad y no hay licencia social”, resumen desde la plataforma Ulloa Viva.
Desde la oposición, el socialista José Ramón Gómez Besteiro ha calificado el proyecto como “humo y propaganda”, mientras el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, sostiene que será la empresa quien decida si continúa o no.

El rural se moviliza: nueva gran manifestación en diciembre
Ante la falta de respuestas claras, el rural gallego volverá a salir a la calle. Las plataformas Ulloa Viva y En Defensa da Ría de Arousa (PDRA) anunciaron una gran manifestación nacional el 14 de diciembre en Santiago de Compostela, coincidiendo con el aniversario de la histórica movilización del 15D de 2024, que reunió a más de 100.000 personas bajo el lema “Altri Non”.
Sus portavoces, Juan Pedro Sánchez y Xaquín Rubido, llaman a la población a expresar de nuevo su rechazo “de forma masiva y contundente” a un proyecto que —aseguran— “amenaza el modo de vida del campo gallego, la calidad de las aguas y el futuro de la ganadería y la pesca artesanal”.
La convocatoria coincide con el momento en que la Xunta debe decidir sobre la autorización ambiental integrada y la captación de agua del proyecto. Los colectivos ya han advertido: si la Xunta da luz verde, habrá respuesta inmediata con concentraciones en toda Galicia.
Una lucha por el agua y el futuro del rural
El caso Altri se ha convertido en un símbolo del pulso entre el campo gallego y los grandes proyectos industriales. Lo que está en juego no es solo una concesión de agua, sino el modelo de territorio:
si Galicia quiere un rural productivo y sostenible, o un interior que pierda sus recursos en beneficio de industrias externas.
Para los ganaderos y agricultores de la Ulloa, el mensaje es claro:
“Sin agua no hay vida, sin campo no hay Galicia.”


