- La reestructuración agraria en Oímbra, Ourense, beneficia a 310 propietarios, consolidando terrenos y mejorando la competitividad agrícola.
La Consellería do Medio Rural ha concluido la concentración parcelaria en Espiño-Videferre, un proceso clave que ha logrado una notable reducción del 80% del minifundismo en esta localidad ourensana. Este esfuerzo ha beneficiado a 310 propietarios, quienes han visto cómo sus más de 4.200 parcelas iniciales se han consolidado en apenas 840 predios, abarcando un total de 540 hectáreas.
Durante la entrega de títulos de propiedad, la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, destacó la importancia de este tipo de concentraciones para revitalizar las zonas rurales de Galicia, señalando que el proceso es esencial para optimizar la gestión de tierras y mejorar la rentabilidad de las actividades agrícolas y ganaderas. La reducción del minifundismo, un problema tradicional en Galicia, facilita la explotación eficiente de los terrenos, reduciendo los costes de producción para los agricultores y ganaderos locales.
El acto también contó con la participación de Paz Rodríguez, directora de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, y Manuel Pardo, delegado territorial de la Xunta en Ourense. Además, se hizo referencia al polígono agroforestal de la zona, que está a punto de completar los últimos trámites necesarios para que las fincas puedan salir a concurso público, ofreciendo nuevas oportunidades a los interesados en desarrollar actividades agroforestales.
Impulso a la concentración parcelaria en Galicia
Gómez resaltó el compromiso de la Xunta en el fomento de las concentraciones parcelarias, señalando los 24 millones de euros presupuestados para este año, un 41% más respecto a 2023, destinados tanto a este proceso como a la mejora de las infraestructuras de pistas rurales. Desde 2020, se han finalizado 33 concentraciones en toda Galicia, beneficiando a más de 17.600 propietarios y abarcando más de 22.000 hectáreas.
La conselleira subrayó también el éxito de herramientas como el Banco de Terras y la Ley de recuperación de la tierra agraria, que han logrado movilizar más de 10.000 hectáreas a través de figuras como las aldeas modelo, las permutas de especial interés agrario y los polígonos agroforestales.
Este proceso es fundamental para mejorar la competitividad del sector agrícola gallego, reduciendo el minifundismo y permitiendo a los profesionales del campo contar con tierras adecuadas para su explotación.