- Medio Rural invertirá más de 50 millones en prevención de incendios este año, con nuevas infraestructuras, maquinaria y brigadas en zonas de alto riesgo.
Más medios y coordinación para proteger el monte gallego
La lucha contra los incendios forestales ya no se libra solo en verano. En Galicia, donde el monte es vida, paisaje y recurso, la prevención se ha convertido en la clave de una estrategia integral para evitar el fuego antes de que se declare. Y para ello, la Consellería do Medio Rural ha anunciado una inversión de más de 50 millones de euros en actuaciones preventivas durante 2025.
Desde nuevos puntos de agua hasta maquinaria especializada y refuerzo de brigadas, el plan combina inversión en infraestructuras, cooperación con las entidades locales y una apuesta decidida por la profesionalización de la gestión forestal, también de la mano del colectivo de ingenieros técnicos forestales.
Un nuevo punto de agua estratégico en Maceda
El último ejemplo visible de esta estrategia está en Maceda (Ourense), donde ya está operativo un nuevo punto de agua con capacidad para 432.000 litros, apto para la carga de helicópteros y vehículos motobomba. La obra, que supuso una inversión de 85.000 euros, se suma a una red de más de 4.800 depósitos en Galicia, 1.200 de ellos solo en la provincia de Ourense, una de las más vulnerables al fuego estival.
Además, ya se ha confirmado la construcción de nuevos puntos similares en los municipios de Muíños, Cualedro y San Xoán de Río, con un presupuesto total de 900.000 euros, financiados con fondos del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027.
Máquinas, tractores y brigadas: acción desde el terreno
Más allá del agua, la prevención necesita músculo operativo. Medio Rural ha presentado recientemente seis máquinas hidrostáticas polivalentes que servirán tanto para labores de desbroce como para intervenciones directas en incendios, cuatro de ellas destinadas a mancomunidades ourensanas. También se ha activado la compra de hasta 12 tractores con rozadoras y motoniveladoras, que serán gestionados en cooperación con la Diputación de Ourense.
En ese mismo marco, se pondrán en marcha cuatro programas piloto de brigadas forestales, con 16 equipos de prevención y extinción que actuarán durante seis meses en comarcas estratégicas. Estas unidades reforzarán la capacidad local de intervención temprana, una de las claves para evitar que los pequeños conatos se conviertan en grandes fuegos.
Convenios y colaboración con el sector forestal
La prevención también pasa por una mejor planificación técnica y profesional, por eso la Xunta ha mantenido un encuentro con el Colexio de Enxeñeiros Técnicos Forestais de Galicia para estrechar la colaboración en la ordenación del monte. Esta alianza es clave para que las inversiones públicas se traduzcan en resultados duraderos, con diagnóstico técnico, seguimiento y diseño de medidas adaptadas al terreno.
Además, se mantienen vigentes los convenios con Seaga y Fegamp para la gestión de la biomasa próxima a viviendas, así como los acuerdos con municipios para la creación de fajas cortafuegos, el uso compartido de motobombas y el refuerzo de brigadas locales.
Un desafío que se combate todo el año
Las estadísticas lo confirman: los grandes incendios nacen del abandono y la falta de prevención, no de una chispa aislada. Galicia ha aprendido que el monte no se defiende en agosto, sino con planificación, maquinaria y brigadas activas todo el año.
La inversión anunciada no es solo una cifra: es un compromiso con los vecinos, con los ganaderos que aprovechan el pasto, con los silvicultores que plantan y gestionan, y con el medio ambiente que da forma a nuestra identidad rural.
La prevención no es una opción, es la mejor herramienta contra la pérdida de territorio, biodiversidad y vida. Galicia avanza, paso a paso, hacia un rural más preparado. Porque cuidar el monte es cuidar lo que somos.
