- Antonio Jesús Pérez vino a Galicia desde Extremadura para vivir una experiencia de aprendizaje en agricultura sostenible
Antonio Jesús Pérez, un ganadero de Casar de Cáceres, un pueblo de 4.500 habitantes en Extremadura, se encuentra actualmente inmerso en una experiencia única en Galicia. Ha dejado temporalmente su explotación de vacuno y ovino en busca de conocimiento y nuevas prácticas agrícolas en la granja Labrecos, situada en Oza-Cesuras.
Labrecos, dirigida por Aitor Lata, es más que una granja convencional. Desde sus inicios, ha abrazado la economía circular, buscando formas de optimizar los recursos y minimizar los desperdicios. Esta filosofía ha llevado a la granja a ser completamente autosuficiente, reduciendo su dependencia de insumos externos y haciéndola más resistente a las fluctuaciones del mercado.
Para Antonio, esta oportunidad de aprendizaje va más allá de adquirir habilidades técnicas. Es una inmersión en una cultura agrícola diferente, donde puede aprender de primera mano cómo se enfrentan los desafíos en otra región del país. Aunque reconoce las diferencias climáticas entre Extremadura y Galicia, ve el valor en aprender nuevas prácticas que pueda adaptar a su propia explotación.
Labrecos también destaca por su enfoque en la venta directa de productos y la educación ambiental. Abastecen a comedores públicos y restaurantes locales, lo que les permite establecer un contacto directo con los consumidores. Además, organizan visitas educativas para escolares, donde se promueven valores como la soberanía alimentaria y el consumo responsable.
La visita del delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, resalta el apoyo del gobierno a iniciativas como Cultiva. Estos programas no solo brindan oportunidades de formación para jóvenes agricultores y ganaderos, sino que también fomentan la innovación y la sostenibilidad en el sector agrícola, allanando el camino hacia un futuro más próspero y sostenible para la agricultura española.
Por otro lado, Labrecos ofrece estancias formativas a través de Unións Agrarias, una de las cuales está disfrutando Antonio. Esta colaboración entre la granja y las asociaciones agrarias permite que los jóvenes como Antonio accedan a valiosas oportunidades de aprendizaje, mientras que las granjas reciben apoyo y reconocimiento por su compromiso con la formación de la próxima generación de agricultores y ganaderos.