- José González señaló que en lo que va de año se llevan efectuado más de un ciento de quemas prescritas en más de 500 ha con motivo de reducir la carga de combustible y de crear discontinuidades para mejorar las capacidades de extinción
- Apuntó que en el 2022 también nos situamos en un 31% por encima de la media de los años anteriores -con 627 hectáreas de actuación- pero que las condiciones meteorológicas y la incidencia de fuegos no permitieron ir más allá, objetivo que sí se prevé alcanzar con creces este año
- En el caso de hoy, está previsto actuar en algo más de cuatro hectáreas, en una parroquia que fue afectada por los incendios forestales para contribuir a reducir el riesgo de fuegos de alta severidad y para la conservación de formaciones vegetales de interés
- El conselleiro recordó que las quemas prescritas están totalmente avaladas por los técnicos para realizarse en unas condiciones controladas y aprovechando las ventanas de oportunidad con el objeto de avanzar en la prevención fuera de la época de alto riesgo
Santiago de Compostela, 1 de marzo de 2023.- El conselleiro del Medio Rural, José González, acompañado del director general de Defensa del Monte, Manuel Rodríguez, destacó hoy que la superficie en la que la Xunta lleva actuado mediante quemas prescritas en el que va de 2023 con motivo de avanzar en la prevención de incendios forestales supera ya la media de los últimos 10 ejercicios completos. Así lo destacó en la parroquia compostelana de San Xoán de Cierra, la donde asistió para supervisar la ejecución de una quema prescrita por parte del Servicio de prevención y extinción en una superficie de unas cuatro hectáreas, y donde también estuvo acompañado por Cristina Fernández, investigadora del Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán, y por Juan Picos, profesor de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Vigo.
Concretamente, el conselleiro señaló que en lo que va de año se han realizado más de un ciento de quemas para actuar en más de 500 hectáreas de superficie, eliminando combustible vegetal como requisito clave para contribuir a una mejor defensa frente a los fuegos. Apuntó que en el pasado 2022 también nos situamos por encima de la media de los años anteriores -con 627 hectáreas de actuación- pero que las condiciones meteorológicas y la incidencia de fuegos no permitieron ir más allá, objetivo que sí se prevé alcanzar con creces este año. En concreto, se actuó en una superficie un 31% superior a la de la media de los 10 años anteriores.
De este modo, se persigue crear discontinuidades en áreas como la de hoy -que, en este caso, fue afectada además por los incendios- para conseguir que, de producirse un fuego, se detenga en el área tratado con quema prescrita. Así, se busca mejorar las capacidades de actuación de los medios de extinción y reducir -en consecuencia- el riesgo de incendios de alta severidad, al tiempo que se apuesta por la conservación de ciertas formaciones vegetales de interés. Además de la quema prescrita realizada hoy en el ayuntamiento de Santiago de Compostela, el Servicio de prevención y extinción tenía programadas otras cuatro quemas que suman 52 hectáreas.
Segundo explicó el titular de Medio Rural, previamente a su ejecución se procedió a labores de desbroce mecanizada con tractor para preparar los trabajos que hoy se están realizando. Para que todo transcurra segundo el previsto, están pendientes un agente ambiental (jefe de la quema), 3 brigadas y 4 motobombas con conductor, equipo humano imprescindible para garantizar el éxito de esta técnica que viene mostrando su eficacia en los últimos años.
Tal y como dijo José González, este tipo de quema exige un alto grado de tecnificación y conocimiento de las condiciones de ejecución para los objetivos que se pretenden alcanzar porque se trata de reducir los combustibles de sotobosque sin afectar al suelo y al entramado de raíces de las que depende la vitalidad de la vegetación.
En esa línea, desde el año 2020 a Consellería de Medio Rural desarrolla un procedimiento de planificación y ejecución de quemas prescritas, que define una serie de ventanas de prescripción, como el marco de valores para las distintas variables que afectan al comportamiento del fuego y rango de fuego estimable y aceptable para la consecución de los objetivos marcados para la quema. La información establecida en esas ventanas de prescripción (número de días sin lluvia, temperatura, humedad relativa, humedad del combustible, velocidad del viento…) sirve de referencia para determinar las condiciones adecuadas para la quema.
En el aspecto temporal, las quemas prescritas también se ven limitadas por el estado fenolóxico de la biota y de humedad del suelo de las áreas a quemar y por la incidencia de incendios forestales. Hace falta añadir que las quemas prescritas solo están permitidas fuera de la época de peligro alto y con índice de riesgo diario de incendio forestal bajo o moderado.
Cabe apuntar que existen muchísimos ejemplos de uso del fuego prescrito como herramienta para la gestión de hábitats en diferentes partes del mundo como Australia, Sudáfrica, Reino Unido o los Estados Unidos. En Galicia, el Centro de Investigación Forestal de Lourizán ha analizado los efectos del fuego en comparación con otras técnicas preventivas en diferentes comunidades breixeiras con resultados muy positivos tanto en la regeneración natural de la vegetación como para la conservación del suelo. La apertura de discontinuidades en matorrales resulta también muy favorable para la conservación de la fauna y muchas especies vegetales.
