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sábado, septiembre 14, 2024

Las remesas digitales reducen la pobreza e impulsan la transformación rural al conectar a millones de mujeres y hombres sin acceso a servicios bancarios, según revela un nuevo informe del G20 preparado por el FIDA

Con motivo del Día Internacional de las Remesas Familiares, que se celebra el 16 de junio, la Alianza Mundial para la Inclusión Financiera (GPFI) del G20 ha presentado hoy un nuevo informe que pone de manifiesto el efecto transformador de las remesas digitales como motor de la inclusión financiera y la reducción de la pobreza en todo el mundo. A pesar de las persistentes disparidades de género, el dinero que los trabajadores migrantes han ganado con tanto esfuerzo y que envían a sus países de origen sigue siendo un salvavidas indispensable para más de 800 millones de personas, en especial para las mujeres y las poblaciones vulnerables.

El informe de la GPFI “Promover la inclusión financiera con la digitalización de las remesas”, que ha sido preparado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) con la colaboración del Banco Mundial, da cuenta de los significativos avances logrados en la digitalización de los canales de distribución de remesas

“La digitalización reduce los costos de transferencia, agiliza las transacciones y mejora la seguridad y el seguimiento de los pagos. También amplía el acceso a servicios financieros como el ahorro, el crédito y los seguros, especialmente cuando van acompañados de políticas adecuadas de protección de los consumidores y educación financiera. Estos beneficios promueven la inclusión financiera y refuerzan la resiliencia financiera de las familias que envían remesas”, afirma Magda Bianco, que copreside la GPFI del G20 y es responsable del Servicio de Protección del Consumidor y Lucha contra el Blanqueo de Capitales del Banco de Italia.

“La digitalización de las remesas es el motor del cambio, especialmente en las zonas rurales y desatendidas. Permite que millones de personas sin servicios bancarios accedan a servicios financieros básicos que suponen una mejora tangible en su vida”, afirmó Pedro de Vasconcelos, Director del Fondo de Financiación para Remesas del FIDA.

Aparte de para atender necesidades inmediatas como la seguridad alimentaria, la asistencia sanitaria, la educación, la vivienda y el saneamiento, una cuarta parte de las remesas se ahorra, se invierte o se utiliza para emprender actividades comerciales. Al año se destinan unos 75 000 millones de dólares de los Estados Unidos al desarrollo rural.

Fomento de la igualdad de género a través de las remesas digitales

En el informe del G20 se destaca el papel de las remesas digitales a la hora de aumentar el control y la privacidad de las mujeres sobre sus fondos. “Las remesas digitales les permiten tener acceso directo y seguro a los fondos para así poder tomar decisiones financieras que beneficien a sus familias y comunidades. Es más probable que las mujeres destinen estos fondos al consumo familiar, contribuyendo de este modo a mitigar la pobreza”, declaró de Vasconcelos.

Desde 2017, la brecha de género en el acceso a los servicios financieros y de remesas digitales se ha reducido y la diferencia entre el número de mujeres y hombres titulares de cuentas ha caído de 9 a 6 puntos porcentuales.

A pesar de los avances, sigue resultando difícil garantizar que los beneficios de las remesas digitales lleguen a todos los estratos sociales. Los grupos vulnerables, como las mujeres, los ancianos y las comunidades rurales, a menudo se enfrentan a obstáculos para acceder a los servicios financieros digitales. El informe insta a emprender esfuerzos concertados para abordar estas disparidades y así mejorar los conocimientos financieros y aumentar la confianza en las soluciones digitales.

La adopción de los canales digitales formales es crucial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030. Según las estimaciones, los migrantes enviarán más de 5 billones de dólares —cifra que triplica con creces el PIB anual de todos los países de ingreso bajo juntos— a sus países de origen, que pertenecen a la categoría de países de renta baja y media, lo que beneficia directamente a las zonas rurales donde reside el 80 % de la población más pobre del mundo. Sin embargo, el objetivo mundial fijado para 2030 (ODS 10.c) no va por buen camino. Al ritmo actual, el costo del envío de remesas tan solo se reducirá al 4,5 % en 2030, frente al objetivo establecido del 3 %.

Celebrar los logros, trabajar de consuno e instar a los responsables de la adopción de políticas a tomar medidas

En este Día Internacional de las Remesas Familiares se celebran las contribuciones de los migrantes y las iniciativas de colaboración de los proveedores de servicios financieros, los Gobiernos y las organizaciones internacionales. Las asociaciones entre los sectores público y privado han sido cruciales para impulsar la transformación digital de los servicios de remesas.

El informe del GPFI insta a que se siga invirtiendo en estas asociaciones para continuar impulsando las iniciativas de inclusión financiera. En él se pone de relieve el firme compromiso del FIDA de aprovechar la digitalización para aumentar al máximo el impacto de las remesas con el apoyo financiero de la Unión Europea.

Según la edición de 2022 del informe Global Findex del Banco Mundial, en Gambia, donde las remesas representan más de una cuarta parte de su PIB, hay un bajo nivel de inclusión financiera: solo uno de cada tres gambianos tiene una cuenta bancaria o un monedero móvil. Con el apoyo del FIDA, la empresa gambiana APS ha logrado que más de 125 000 personas abran billeteras electrónicas, facilitando el acceso financiero en gran medida.

El fomento de la inclusión financiera y la resiliencia puede brindar nuevas oportunidades a millones de familias en todo el mundo, ya que el volumen de remesas supera con creces el de la ayuda oficial para el desarrollo y la inversión extranjera directa en la mayoría de los países de ingreso bajo y mediano.

 

 

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