- Castes Madrid reunirá 36 bodegas gallegas y madrileñas para promover vinos con sello rural y destacar el valor del producto con origen.
Los vinos gallegos viajan a Madrid con sabor a territorio
El vino gallego cruza el Padornelo con una misión clara: reivindicar su origen rural y su calidad única en un escaparate de proyección estatal. El próximo 15 de junio, la sala MEEU de Madrid acogerá “Castes Madrid”, un encuentro en el que participarán 36 bodegas de Galicia y Madrid, con protagonismo destacado para los vinos, licores y aguardientes gallegos.
Este evento no es solo una feria más, sino una oportunidad estratégica para dar visibilidad al producto con denominación de origen y a los pequeños viticultores que sostienen el rural gallego desde la raíz.
Un escaparate clave para el sector vitivinícola gallego
En un contexto de abandono de tierras, presión económica y falta de relevo generacional, el vino gallego representa mucho más que una bebida: es identidad, arraigo y economía de cercanía. En este sentido, “Castes Madrid” será una oportunidad para mostrar el trabajo de bodegas familiares, cooperativas y explotaciones pequeñas que mantienen vivo el territorio.
La participación gallega incluirá un túnel del vino con referencias premiadas en las Catas oficiales de Galicia 2024 —tanto vinos como aguardientes y licores tradicionales—, así como una zona gastro para degustar productos agroalimentarios amparados por sellos de calidad como denominaciones de origen, indicaciones geográficas protegidas, Agricultura Ecológica o Artesanía Alimentaria.
Una liga de cata con sabor a duelo amistoso
Uno de los platos fuertes del evento será la primera edición de la “Liga de Cata”, donde competirán los mejores sumilleres de Galicia y Madrid. Esta actividad, organizada por la Asociación Gallega de Sumilleres, permitirá poner en valor la cultura del vino y el conocimiento técnico del producto, más allá de la simple degustación.
Más allá de Madrid: abrir mercado y contar historias
Las bodegas del rural saben que no basta con hacer un buen vino: también hay que saber contarlo, darle rostro, origen y autenticidad. En mercados como el madrileño, donde el vino gallego aún lucha por hacerse un hueco, este tipo de eventos representan una puerta para generar contactos comerciales, abrir canales de distribución directa y fidelizar a consumidores que valoren lo artesanal.
En un momento en el que los costes de producción aumentan y la atomización del viñedo dificulta la rentabilidad, encontrar nuevos espacios de comercialización es una prioridad para las pequeñas explotaciones gallegas.
Vinos con nombre propio, tierra y futuro
Galicia no compite en volumen, sino en autenticidad. En variedades autóctonas que han sobrevivido gracias al empeño de generaciones. En vinos que nacen en bancales imposibles, en climas adversos y en suelos difíciles. Y en proyectos que combinan tradición, innovación y orgullo rural.
“Castes Madrid” no será solo un evento en la capital. Será una ventana para que el mercado urbano descubra lo que Galicia produce con paciencia, respeto y raíces. Y también una declaración de intenciones: el vino gallego no es una moda, es una forma de entender el territorio y una vía real de futuro para el rural.