- La nueva normativa obliga a especificar los países de origen de la miel en el etiquetado y refuerza los controles de calidad para garantizar un producto auténtico.
Mayor transparencia y protección para los apicultores
Según UPA, la nueva norma permitirá al consumidor conocer con exactitud el origen de la miel que consume, ya que obliga a detallar el porcentaje de cada país de procedencia en las mezclas. Además, se eliminan términos ambiguos como “miel filtrada”, evitando confusiones y asegurando que solo se comercialice como miel aquel producto que conserve sus propiedades naturales.
Sin embargo, el sector apícola deberá esperar hasta el 14 de junio de 2026 para la aplicación definitiva de la norma, debido al periodo de adaptación exigido por la legislación europea.
Refuerzo de controles y compromiso del Ministerio
En respuesta a la preocupación del sector, esta semana tuvo lugar una reunión en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a petición de UPA y otras organizaciones. Durante el encuentro, se analizaron los planes de control vigentes y se reafirmó el compromiso de reforzarlos en 2025 en tres niveles: control de importaciones, inspección de la industria alimentaria y supervisión en los puntos de venta.
UPA ha insistido en la necesidad de establecer métodos analíticos oficiales a nivel europeo que permitan detectar con mayor eficacia posibles fraudes en el sector. El Ministerio ha asumido este reto y se ha comprometido a seguir trabajando en ello.
Además, el MAPA ha anunciado el lanzamiento de una campaña de promoción de la miel española, una reivindicación que UPA lleva años solicitando. También, fruto de las negociaciones, se ha acordado organizar un encuentro entre apicultores, industria y distribución para mejorar la competitividad del sector.
Hacia una apicultura rentable y sostenible
Pese a estos avances, UPA recuerda que los desafíos del sector apícola son muchos: problemas de rentabilidad, control de fraudes, enfermedades, el impacto del cambio climático y la presencia de especies invasoras. La organización seguirá trabajando a nivel europeo, estatal y regional para asegurar que la apicultura sea una actividad económicamente viable y valorada por la sociedad por su impacto ambiental y social.