- El CIAM lidera una jornada sobre el cultivo del castaño, abordando innovación, control de plagas y variedades autóctonas, clave para el futuro de la castaña en Galicia.
El castaño, símbolo de los paisajes gallegos, es mucho más que un árbol: representa una fuente de riqueza económica, cultural y ecológica. El Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM), con sede en Abegondo, ha puesto este recurso en el centro de una jornada técnica que explora el cultivo del castaño para la producción de fruto, un sector que apunta al crecimiento sostenible y la competitividad en mercados nacionales e internacionales.
Innovación en los soutos: entre tradición y modernidad
Durante la jornada, se han evaluado aspectos esenciales para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de los soutos, los bosques de castaños. Entre los temas abordados destacan la organización espacial de estas plantaciones, el uso de variedades autóctonas tradicionales y los sistemas productivos más innovadores.
El CIAM también ha destacado el papel de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia como un motor para promover la calidad y el reconocimiento del producto en los mercados. Este sello, que protege y certifica las castañas gallegas, refuerza la competitividad de los productores locales frente a desafíos como el incremento de la demanda y la competencia internacional.
La lucha contra el cáncer del castaño
Una de las preocupaciones centrales ha sido el control de enfermedades, especialmente el cáncer del castaño, que afecta gravemente a la producción y a la salud de los árboles. El CIAM ha compartido avances en estrategias de prevención y tratamientos efectivos que pueden marcar un antes y un después en la gestión sanitaria de estas plantaciones.
Una apuesta por la producción intensiva
El cultivo del castaño no solo es tradición, también es innovación. El CIAM está promoviendo plantaciones de producción intensiva que permitan optimizar el rendimiento sin comprometer la calidad. Este enfoque no busca sustituir los métodos tradicionales, sino complementarlos, abriendo nuevas oportunidades para los agricultores gallegos.
Del laboratorio al terreno
La jornada no se ha quedado en la teoría. Como colofón, los participantes visitarán dos plantaciones en Cerceda, donde podrán observar de primera mano cómo se implementan las técnicas discutidas en el evento. Estas visitas prácticas subrayan la importancia de trasladar el conocimiento científico al campo, conectando la investigación con las necesidades reales del sector.
El castaño como futuro económico y ambiental
Galicia, con su rica tradición en la producción de castañas, tiene una oportunidad única para consolidar este sector como un motor económico y ambiental. La apuesta por variedades autóctonas, la innovación técnica y la protección del producto mediante la IXP son pilares fundamentales para garantizar un futuro prometedor.
Iniciativas como esta, lideradas por el CIAM, son ejemplo de cómo la investigación aplicada puede transformar un recurso natural en un activo estratégico para el desarrollo rural, creando valor añadido y generando nuevas oportunidades para las comunidades gallegas.