- La plataforma vecinal Mina Touro – O Pino NON denuncia un vertido esta semana, mientras la empresa Cobre San Rafael desmiente las acusaciones y defiende su gestión ambiental.
El debate en torno a la reapertura de la mina de Touro, en la provincia de A Coruña, ha vuelto a generar controversia. La Plataforma Veciñal Mina Touro – O Pino NON ha alertado de un presunto vertido contaminante en las aguas cercanas a la antigua mina de cobre, que consideran evidencia de las deficiencias en el sistema de drenaje. Por su parte, la empresa responsable del proyecto, Cobre San Rafael, ha rechazado las denuncias, asegurando que las instalaciones cumplen con las normativas ambientales y que no se ha producido ningún incidente.
Según los vecinos, las lluvias intensas caídas esta semana han provocado que aguas contaminadas provenientes de la mina se vertieran sin control a los ríos de la zona, particularmente en la cuenca cercana a la corta de Arinteiro. Afirman que el sistema de drenaje, gestionado por la empresa local Explotaciones Gallegas y aprobado por Augas de Galicia, es “ineficiente” y “deficiente”, lo que estaría provocando un daño significativo en los recursos hídricos del área.
Posiciones enfrentadas
La Plataforma Veciñal ha enviado a los medios un vídeo que supuestamente muestra el vertido durante las lluvias del miércoles. Insisten en que este tipo de incidentes es una muestra más de que la reapertura de la mina conlleva riesgos ambientales graves para la comunidad y el entorno natural. “La gestión de las aguas residuales es deficiente y el impacto sobre los ríos es innegable”, subrayan desde el colectivo vecinal, que lleva tiempo oponiéndose a la reactivación de la explotación minera.
Por su parte, Cobre San Rafael ha negado rotundamente la existencia de vertidos contaminantes. La empresa asegura que las infraestructuras implementadas para la gestión del agua están diseñadas para soportar episodios de fuertes lluvias y evitar cualquier tipo de impacto ambiental. Además, recalcan que los controles establecidos por las autoridades competentes garantizan el correcto funcionamiento de estas medidas.
Tensión en la comunidad
El conflicto entre la plataforma vecinal y la empresa minera no es nuevo, ya que el proyecto para reabrir la mina de cobre ha suscitado preocupaciones sobre su posible impacto ecológico desde su anuncio. Los vecinos y activistas temen que la actividad minera pueda deteriorar el ecosistema local, especialmente los cursos de agua y tierras agrícolas adyacentes. En cambio, Cobre San Rafael insiste en que su plan contempla rigurosas medidas de seguridad y mitigación ambiental para evitar cualquier daño a largo plazo.
Mientras tanto, el incidente de esta semana, real o no, aviva el debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente, dejando a la comunidad dividida entre quienes ven en la mina una fuente de empleo y progreso, y quienes temen por las consecuencias ecológicas de su reapertura.