- Contratos voluntarios que buscan mejorar la estabilidad y transparencia del sector vitivinícola
El Ministerio de Agricultura ha emitido dos órdenes en el Boletín Oficial del Estado que homologan los contratos tipo para la comercialización de uva destinada a la producción de vino, aplicables para las próximas tres campañas (2024/2025, 2025/2026 y 2026/2027). Esta medida responde a una antigua solicitud del sector del vino. La Interprofesional del Vino de España (OIVE) destacó que estos contratos, elaborados a su propuesta, tienen como objetivo mejorar el funcionamiento, la estabilidad y la transparencia en la cadena de valor vitivinícola. Aunque su uso es voluntario, la OIVE recomienda su adopción.
El Ministerio de Agricultura anunció que estos contratos tipo, que entrarán en vigor el 1 de agosto, serán aplicables en todo el país. Los contratos buscan mejorar el funcionamiento, la estabilidad y la transparencia de la cadena de valor del sector vitivinícola.
Estos contratos han sido homologados conforme a lo estipulado en la Ley 2/2000 sobre contratos tipo de productos alimentarios y se ajustan a la normativa de la Ley 12/2013, que establece medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Los contratos tipo incluyen cláusulas sobre el objeto del contrato, precio, forma y condiciones de pago y entrega, calidad, trazabilidad, duración y prórroga, y mecanismos de resolución de controversias. Además, permiten que las partes acuerden la vigencia del contrato para varias campañas, promoviendo la estabilidad necesaria en el sector.
Ambos modelos de contrato son adaptables para su uso con todas las tipologías y orígenes de uva (con o sin Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP)), así como para el vino. Permiten a las partes estipular libremente los criterios de calidad que determinarán el precio del producto, y cumplen con todos los requisitos establecidos en la legislación vigente en materia de contratación agroalimentaria.
La Interprofesional del Vino de España (OIVE) subraya la importancia de estos contratos para fomentar la estabilidad y la transparencia en el sector, alentando a los operadores a utilizarlos para garantizar mejores prácticas comerciales y beneficios a largo plazo en la industria vitivinícola.