- La comunidad de montes de Ove lanza un cultivo experimental de aguacates, una apuesta innovadora para transformar el uso de sus terrenos y diversificar sus recursos.
La comunidad de montes de Ove, en Ribadeo, se prepara para dar un giro inédito en Galicia: sustituir eucaliptos por aguacates en una iniciativa pionera que busca transformar la gestión de sus terrenos. La próxima semana se iniciará la plantación experimental de una hectárea de aguacates, un proyecto que pretende analizar la viabilidad de este cultivo tropical en la región, aprovechando el clima húmedo y templado del norte de España. Este tipo de iniciativas es común en Andalucía y Canarias, que concentran la mayor parte de la producción española, pero es casi inédito en el norte, donde apenas existen algunas plantaciones experimentales en el Baixo Miño y Asturias.
Impulsada por la directiva de Álvaro Doural y respaldada por la mayoría de socios, la comunidad ha decidido apostar por esta alternativa tras un exhaustivo análisis y el asesoramiento de expertos. La plantación, ubicada en una parcela donde antes crecían eucaliptos, se realiza con una variedad de aguacate especialmente seleccionada por su resistencia. A largo plazo, el proyecto aspira a abrir la puerta a una diversificación en los terrenos comunales, rompiendo con el modelo tradicional de explotación forestal basado en eucaliptos.
“Queremos demostrar que la comunidad de montes no debe limitarse a la explotación maderera”, comenta Doural, quien confía en que esta iniciativa pueda inspirar a otros a probar cultivos de menor impacto y mayor valor añadido. Con una inversión inicial de 6.000 euros, los comuneros esperan que los primeros frutos estén listos en unos tres o cuatro años, un periodo en el que asumirán la preparación y mantenimiento del terreno. “Esperamos que este proyecto beneficie a toda la comunidad y que otras áreas en desuso puedan convertirse en fuente de ingresos”, explica el presidente.
La plantación en Ove marca un cambio de visión sobre los terrenos comunales y su función. Más allá de la obtención de madera, este modelo busca integrar un cultivo que, sin requerir una dedicación intensiva, pueda aportar ingresos a largo plazo y contribuir al desarrollo local. Aunque el proyecto no ha estado exento de críticas, Doural y su equipo están decididos a demostrar que la comunidad de montes puede liderar un cambio hacia un uso del suelo más diverso y sostenible. “Este tipo de proyectos representan una apuesta valiente que puede dar resultados positivos y transformar la economía de nuestros montes”, concluye.
La experiencia en Ove también se inspira en el auge del aguacate a nivel nacional: con más de 19.500 hectáreas cultivadas en 2022, España es el primer productor de la Unión Europea. En solo cinco años, la superficie dedicada a este cultivo ha crecido un 61%, evidenciando su rentabilidad. Ribadeo podría, así, convertirse en un referente en el norte de España, sumándose al esfuerzo por diversificar el sector agrícola y forestal de Galicia.