- La aprobación ambiental al proyecto de Altri en Palas de Rei desata una ola de protestas en Galicia, con denuncias de falta de transparencia y amenazas al entorno natural y social.
La reciente Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable al proyecto de Altri-Greenalia en Palas de Rei ha intensificado el rechazo de la ciudadanía y de diversos colectivos que consideran la iniciativa una amenaza para el medio ambiente, la economía local y la salud pública. La Xunta de Galicia, tras anunciar la resolución el pasado 14 de marzo, se encuentra en el centro de la polémica por lo que se denuncia como un proceso opaco y poco participativo.
Grupos vivos de toda Galicia han respondido con una movilización sin precedentes. Durante el fin de semana, más de una docena de concellos fueron escenario de protestas simultáneas. El epicentro se situó en Arzúa, coincidiendo con la celebración de la 50ª edición de la Festa do Queixo, donde la Plaza de Galicia se vio abarrotada de manifestantes bajo consignas como “A auga é nosa e non da celulosa” y “Nin Altr nin Mina, Rueda contamina”. La presencia de activistas de concellos como Santiso y Vila de Cruces reafirmó la dimensión del conflicto.
En Santiso, la protesta comenzó a las 11:00 frente al antiguo ayuntamiento, mientras que, una hora después, se sumaron localidades como Palas de Rei, Antas de Ulla, Monterroso, Melide, Agolada, Pontevedra, Redondela y Padrón. En Pontevea, la movilización organizada por Ulla Vivo colapsó la zona, reuniendo cerca de 2.000 personas de los municipios de Teo, A Estrada, Vedra y Boqueixón, con la lectura de un manifiesto a cargo del escritor Suso de Toro y la actriz Mabel Rivera.
La Plataforma Ulloa Viva y otras entidades han denunciado la falta de transparencia en la tramitación de la DIA, acusando a la Xunta de Galicia de favorecer los intereses de Altri en detrimento de la población local. Informes clave han sido ocultados, mientras la información se ha filtrado selectivamente a medios afines. La concesión de la DIA, que allana el camino para la futura Autorización Ambiental Integrada (AAI), es vista como un paso en una estrategia de industrialización que ignora las preocupaciones de la ciudadanía.
La oposición al proyecto no es sólo ambiental, sino también social y económica. Los detractores advierten que la macrocelulosa podría devastar el ecosistema, afectar a la calidad del agua y comprometer el bienestar de generaciones futuras, poniendo en riesgo sectores como el marisqueo y la agricultura.
La siguiente gran cita de la resistencia será el próximo 22 de marzo en Pobra do Caramiñal, donde se espera una manifestación masiva convocada por la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA). Bajo el lema “Altri Non, Mina Non”, los colectivos llaman a una respuesta contundente, dejando claro que ningún proyecto industrial podrá imponerse sin el consentimiento de quienes habitan el territorio.
La lucha contra Altri no se detiene, y el mensaje es claro: el futuro de Galicia no puede sacrificarse en nombre de intereses empresariales sin garantías medioambientales y sociales. La ciudadanía, organizada y movilizada, sigue en pie de guerra.