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domingo, julio 6, 2025

Ciberataque paraliza la subasta de ganado en Silleda

  • La Central Agropecuaria de Galicia suspende su mercado por un ciberataque a la Fundación Semana Verde, con graves efectos en el sector ganadero.

La seguridad digital entra en juego en el corazón ganadero de Galicia

La Central Agropecuaria de Galicia, ubicada en Silleda y epicentro del comercio de ganado en el noroeste peninsular, se ha visto obligada a suspender este martes su tradicional subasta por culpa de un ciberataque. La Fundación Semana Verde, encargada de la gestión del recinto, informó a última hora de que el sistema informático que regula el mercado había sido comprometido, haciendo inviable la celebración de la jornada.

El incidente, que afecta directamente a ganaderos, transportistas y tratantes, ha despertado preguntas incómodas sobre la protección digital de una infraestructura crítica para el rural gallego.

Un fallo digital con impacto real en el campo

El mercado de Silleda no es un evento cualquiera. Es el principal punto de encuentro para la compraventa de ganado vacuno en Galicia, una comunidad donde el sector primario sigue siendo columna vertebral de la economía en cientos de parroquias.

Este martes, como cada semana, decenas de camiones ya se dirigían al recinto ferial desde primeras horas de la mañana. Algunos ganaderos, provenientes de zonas rurales de Lugo, Ourense o incluso del norte de Portugal, se enteraron de la cancelación en plena ruta. El trastorno logístico y económico ha sido inmediato.

“Non é só que hoxe non se venda. É que se trastoca toda a planificación da semana”, lamentaba un ganadero de Lalín mientras descargaba —para nada— su mercancía. “As vacas non teñen botón de pausa”, decía, entre frustración y resignación.

¿Qué pasa con la seguridad digital del agro?

Lo ocurrido en Silleda pone sobre la mesa una realidad incómoda: muchas infraestructuras públicas vinculadas al campo gallego no cuentan con sistemas informáticos suficientemente blindados. La Fundación Semana Verde, respaldada por la Xunta de Galicia y entidades financieras como Abanca, no es una organización menor. Y, sin embargo, un ciberataque ha bastado para paralizar el mayor mercado ganadero del noroeste ibérico.

¿Se están tomando en serio las amenazas digitales en el ámbito rural? ¿Tiene la Administración gallega una estrategia clara para blindar tecnológicamente servicios que son esenciales para la economía agrícola y ganadera? La situación actual sugiere que no.

Desde la Fundación informan que el ataque ha sido lo bastante grave como para inutilizar los sistemas que permiten registrar, identificar y gestionar el ganado que se subasta. El proceso de documentación de las reses, que se inicia a las 17:00 horas cada martes, no pudo activarse. “Intentamos solucionarlo, pero no fue posible por los tiempos ajustados del mercado”, han declarado.

Un aviso para el futuro digital del rural

Este incidente no es anecdótico: es un toque de atención. En un momento en el que el agro gallego avanza hacia la digitalización —con explotaciones que ya utilizan aplicaciones para trazabilidad, venta directa o gestión sanitaria del ganado—, un fallo como este demuestra que el eslabón más débil de la cadena puede ser precisamente el digital.

El ataque no solo interrumpe una jornada de negocio, sino que socava la confianza en el sistema y afecta a decenas de productores que ya bastante tienen con lidiar con precios bajos, burocracia y costes al alza.

¿Quién asume las consecuencias?

La Fundación ha anunciado que presentará una denuncia ante la Guardia Civil, aunque no ha detallado la magnitud del daño ni la identidad de los posibles autores. Tampoco se han concretado los mecanismos de compensación, si es que los hay, para los afectados por la cancelación.

Desde el entorno ganadero ya se oyen voces que exigen respuestas y garantías. “Se isto volve pasar, como imos confiar no sistema?”, se preguntaba un tratante habitual del mercado.

El rural también necesita ciberseguridad

Lo que ha ocurrido en Silleda no es solo una anécdota tecnológica: es una llamada de atención sobre la vulnerabilidad de estructuras claves para el mundo rural. La digitalización es necesaria, pero debe ir acompañada de inversiones reales en seguridad y respaldo técnico. De lo contrario, ni la vaca ni el tratante tendrán garantías de que el mercado funcione la semana que viene.

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