- La falta de apoyo económico y la inacción de la Consellería del Medio Rural están llevando a los viticultores gallegos a abandonar viñedos y vender por debajo del costo.
El sector vitivinícola gallego se enfrenta a una crisis profunda debido a la falta de apoyo y de respuestas concretas por parte de la Consellería do Medio Rural (CMR), que está dejando a los viticultores sin soluciones ante un panorama cada vez más complicado. Con una parte significativa de las uvas todavía sin vendimiar y la venta de producto a precios por debajo de los costos de producción, los primeros casos de abandono de viñedos en la Ribeira Sacra ya se están haciendo realidad.
En septiembre, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, anunció una inversión de 2 millones de euros destinada a la conservación de la contorna paisajística y la lucha contra la erosión en los viñedos de la Ribeira Sacra. Sin embargo, a pesar de las promesas de apoyar la viticultura heroica de esta región, que enfrenta condiciones de trabajo especialmente difíciles y costosas, no se han materializado ayudas para los productores locales.
El Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas (SLG) ha denunciado la falta de avances en la creación de un marco legal para las ayudas de minimos al sector vitivinícola, una medida que ya ha sido implementada en otras regiones como La Rioja. Además, aunque se había anunciado la creación de una mesa de trabajo con participación de las organizaciones agrarias, el sector aún espera acciones concretas más allá de la mera reunión inicial.
A esta situación se suma el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, con bodegas que se niegan a recoger la uva, compran a precios inferiores a los acordados o evitan firmar contratos con los viticultores. El SLG ha solicitado a la Axencia de Información e Control Alimentarios (AICA) que investigue estos abusos, instando a las autoridades tanto autonómicas como nacionales a intervenir para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente.
La incertidumbre y la falta de medidas claras están obligando a muchos productores a considerar el abandono de la actividad vitivinícola, una tendencia que podría afectar gravemente al futuro de la Ribeira Sacra. Con la vendimia de 2025 ya en el horizonte, es urgente que la Consellería do Medio Rural tome decisiones que eviten la repetición de esta crisis en la próxima campaña.
Desde el SLG se hace un llamamiento a la Consellería para que convoque una verdadera mesa de trabajo con todos los agentes del sector, active ayudas de emergencia para los viticultores y elabore una estrategia sólida para salvar la próxima cosecha. El tiempo apremia, y el futuro de la viticultura gallega depende de decisiones firmes y de una respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes.
