- Nuevas brigadas reforzarán la prevención y extinción de incendios
Un programa piloto dotará a cuatro mancomunidades de Ourense con 16 brigadas especializadas en la lucha contra el fuego, combinando prevención y respuesta rápida.
La lucha contra los incendios forestales en Galicia da un nuevo paso adelante con la puesta en marcha de un programa piloto que dotará a las mancomunidades de Verín, O Carballiño, Terra de Celanova y O Ribeiro con un total de 16 brigadas forestales. La iniciativa, fruto de la colaboración entre la Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense, busca reforzar tanto la prevención como la capacidad de extinción en estas áreas de alto riesgo.
El director xeral de Defensa do Monte, Manuel Rodríguez, acompañado por el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo, y el diputado provincial José María Lago, se reunió con los presidentes de las cuatro mancomunidades para avanzar en la implementación del programa. En total, cada mancomunidad contará con cuatro brigadas formadas por cinco profesionales, que actuarán en labores de limpieza de biomasa, mantenimiento de infraestructuras preventivas y, en caso necesario, en la extinción de incendios durante un período de seis meses.
Un enfoque integral para la prevención
El proyecto forma parte de un protocolo de colaboración más amplio entre la Consellería do Medio Rural y la Diputación Provincial de Ourense, que contempla seis líneas de actuación clave. Entre ellas, se incluyen la adquisición de tractores rozadoras y maquinaria motoniveladora, la cesión de equipamiento especializado, la formación de personal en el Centro Integral de Lucha contra el Fuego en Toén y la dotación de brigadas forestales.
Estas brigadas desempeñarán un papel esencial en la gestión del paisaje forestal, reduciendo la acumulación de combustible vegetal y minimizando el riesgo de grandes incendios. Además, su trabajo contribuirá a la conservación de infraestructuras clave para la protección del territorio.
Un modelo a seguir
Este programa piloto servirá como referencia para evaluar su viabilidad en otras zonas de Galicia con problemáticas similares. La combinación de prevención activa y respuesta rápida podría convertirse en un modelo de gestión forestal sostenible y eficiente frente a los desafíos que presenta el cambio climático.
Con este paso, Galicia refuerza su compromiso con la protección del entorno rural y la seguridad de sus habitantes, apostando por la coordinación entre administraciones y la optimización de los recursos disponibles.