- Los daños por la borrasca Kirk afectan a miles de hectáreas en Galicia, y el SLG reclama una respuesta estructural ante el impacto climático en la agricultura.
Los efectos de la borrasca Kirk han dejado una huella devastadora en las granjas gallegas, especialmente en los cultivos forrajeros. Las primeras estimaciones cuantifican en 69 millones de euros las pérdidas en este sector, con 19.325 hectáreas dañadas y cerca de 870 millones de kilos de forraje inservibles. Ante esta situación, el Sindicato Labrego Galego (SLG) denuncia la falta de apoyo adecuado por parte de las autoridades y alerta sobre la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en Galicia, una amenaza que exige medidas estructurales urgentes.
Para muchos agricultores, los seguros actuales no ofrecen una cobertura adaptada a las realidades y necesidades de los cultivos locales. “Es inasumible pagar más seguros, con lo que ya afrontamos en instalaciones, maquinaria y sanidad”, expresa Isabel Vilalba, secretaria general del SLG. Este encarecimiento, sumado a las bajas rentabilidades de productos como la leche y las limitaciones en seguros agrícolas, dificulta que los ganaderos aseguren todas sus hectáreas de cultivo, lo que deja grandes extensiones vulnerables a daños climáticos.
La situación es similar en sectores como el de la patata en la comarca de A Limia, donde solo 100 de las 5.000 hectáreas dedicadas a este cultivo están aseguradas. Anxo Pérez, coordinador del SLG en la zona, explica que el seguro de patata suele ser costoso y no responde a la realidad del pequeño productor. “No solo es que se pierda la cosecha por inundación; las condiciones del suelo tras las lluvias impiden que los cultivos puedan regenerarse, afectando la alimentación del ganado en el próximo año”, añade Ana Rodríguez, ganadera y economista.
Ante esta emergencia, el SLG continúa recopilando datos sobre los daños y anima a los agricultores a registrarlos en sus sedes locales. La organización trasladará la información a la Consellería do Medio Rural para solicitar apoyo económico inmediato. Además, insta a la Xunta de Galicia a plantear una estrategia de respuesta a largo plazo mediante la creación de una Mesa de Trabajo sobre el Cambio Climático. Esta plataforma sería clave para desarrollar políticas que mitiguen los riesgos climáticos en la producción agraria y fortalezcan el sector ante futuras crisis.
El SLG también urge a la Xunta a que solicite la declaración de zona catastrófica en las comarcas más afectadas, con la esperanza de que esta situación crítica sea tratada con la gravedad que merece. Según el sindicato, las respuestas a estos fenómenos deben ser estructurales, y se requiere una investigación pública que facilite prácticas de cultivo más resilientes y sostenibles, no solo para paliar los daños actuales, sino para garantizar la viabilidad de la producción agrícola en Galicia frente al cambio climático.