7.2 C
Galicia
domingo, febrero 16, 2025

La CNMC propone medidas polémicas para la exclusión financiera rural

  • La CNMC sugiere retirar efectivo en comercios rurales para paliar la falta de cajeros, dejando en evidencia el abandono financiero de las zonas rurales y mayores.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha presentado una propuesta controvertida para mitigar la exclusión financiera en zonas rurales: permitir la retirada de efectivo directamente en los comercios. Esta medida surge a raíz de un estudio solicitado por el Defensor del Pueblo, que evidenció cómo la falta de acceso a cajeros automáticos afecta gravemente a la población rural, especialmente a los mayores y a quienes tienen menos habilidades digitales.

Sin embargo, que sea una institución pública la que plantee soluciones tan limitadas y dependientes de terceros, en lugar de exigir un servicio bancario adecuado y universal, deja entrever el abandono estructural de estas comunidades. No se trata solo de un problema de acceso al dinero, sino de la exclusión financiera como síntoma de una desigualdad más profunda.

En muchos pueblos, los cajeros automáticos son ya un recuerdo del pasado. La reestructuración bancaria y la concentración de sucursales en áreas urbanas han llevado a una desatención casi total del medio rural. Ante este panorama, la CNMC también sugiere que Correos pueda actuar como intermediario, pero insiste en que estos servicios sean accesibles para todas las entidades bancarias, evitando exclusividades. Aun así, estas propuestas se antojan parches frente a un problema estructural: la deshumanización de los servicios financieros.

Mientras tanto, las comunidades rurales, que suelen tener un porcentaje elevado de población envejecida, continúan enfrentándose a barreras que no solo les impiden realizar operaciones financieras básicas, sino que también los aíslan del mundo digital. La dependencia de familiares o vecinos para realizar gestiones, o incluso el tener que desplazarse decenas de kilómetros para encontrar un cajero, pone en entredicho el compromiso del Estado con sus ciudadanos más vulnerables.

La solución no puede quedarse en delegar responsabilidades a los pequeños comercios o a entidades como Correos. La pregunta es: ¿por qué no se obliga a los bancos, que obtienen ingentes beneficios, a garantizar un mínimo de servicios en las zonas rurales? Las entidades privadas, históricamente poco sensibles a las necesidades sociales, no son las únicas responsables; el Estado y sus organismos, como la CNMC, tienen el deber de proteger a quienes más lo necesitan.

En definitiva, esta medida es un reflejo de cómo las instituciones públicas están respondiendo de forma insuficiente a una crisis que debería abordarse con políticas ambiciosas. No se trata solo de dar acceso al efectivo, sino de devolver la dignidad y la equidad a unas comunidades que llevan demasiado tiempo relegadas al olvido.

Artículos relacionados

- Advertisement -spot_img

ÚLTIMOS ARTÍCULOS