- La concentración parcelaria en Cereixo y Carnés avanza con la colaboración del Concello y la Xunta, buscando optimizar el uso del suelo y beneficiar a la comunidad.
El rural gallego avanza hacia un futuro más ordenado y productivo en las parroquias de Cereixo y San Cristovo de Carnés, en Vimianzo. Un nuevo encuentro entre responsables locales y autonómicos ha servido para evaluar los progresos en la concentración parcelaria de estas zonas, un proceso que promete reestructurar y optimizar el uso del suelo en beneficio de propietarios y habitantes.
Durante la reunión, la directora xeral de Desenvolvemento Rural e da Agader, Paz Rodríguez, destacó los avances técnicos esenciales para este proyecto, como la validación gráfico-alfanumérica y el levantamiento topográfico, pasos imprescindibles para la inscripción registral de las nuevas parcelas. Este esfuerzo, según se explicó, no solo mejora el orden territorial, sino que también sienta las bases para un uso agrícola y ganadero más eficiente y sostenible.
Por su parte, la alcaldesa de Vimianzo, Mónica Rodríguez, reafirmó el compromiso del Concello con iniciativas que potencien la calidad de vida en el municipio. Rodríguez subrayó que la colaboración institucional es clave para llevar a cabo proyectos de esta magnitud, no solo en el ámbito de la concentración parcelaria, sino en cualquier propuesta que busque revitalizar el rural.
La concentración parcelaria en Galicia es un reto histórico que requiere la suma de esfuerzos entre administraciones y vecinos. En este contexto, las actuaciones en Vimianzo son un ejemplo de cómo la cooperación puede transformar la organización del territorio, optimizando recursos y ofreciendo un nuevo horizonte de oportunidades para las zonas rurales.
El impulso a estas iniciativas refleja un interés renovado por poner en valor el medio rural gallego, más allá de lo administrativo, como motor económico, social y cultural. Cereixo y Carnés son ahora un modelo de cómo pequeños pasos pueden dar lugar a grandes cambios.