- La revisión de la PAC plantea importantes desafíos y oportunidades para el sector agrícola y ganadero en España, pero es crucial encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica de las explotaciones.
La Política Agraria Común (PAC) ha sido durante mucho tiempo un pilar fundamental para el sector agrícola y ganadero en España. Sin embargo, las recientes revisiones propuestas por el Ministerio de Agricultura han generado preocupación y debate entre los agricultores y ganaderos, quienes temen que las nuevas medidas puedan perjudicar su actividad y su sustento.
En el centro de estas preocupaciones se encuentran las Buenas Condiciones Agrícolas y Medioambientales (BCAMS), una serie de prácticas ambientales obligatorias que forman parte de la condicionalidad reforzada de la PAC. De las diez BCAMS existentes, el Ministerio de Agricultura está revisando seis, lo que ha generado incertidumbre y especulación sobre los posibles cambios que podrían introducirse.
Estas prácticas, si bien buscan promover la sostenibilidad ambiental, imponen una serie de requisitos y restricciones que pueden resultar onerosos y difíciles de cumplir para muchos agricultores y ganaderos. Entre las BCAMS en revisión se encuentran aspectos como la gestión de la labranza para evitar la erosión del suelo, la cobertura mínima del suelo en períodos sensibles, la rotación de cultivos, entre otros. Estos requisitos, si bien importantes para la preservación del medio ambiente, pueden representar un desafío adicional para los agricultores, especialmente aquellos con explotaciones de menor tamaño o en zonas de características particulares.
El encuentro entre el ministro de Agricultura, Luis Planas, y las principales organizaciones agrarias del país ha puesto de manifiesto las inquietudes y demandas del sector. Si bien se han logrado algunos avances en las negociaciones, como la exención de controles de condicionalidad para explotaciones de menor tamaño, aún quedan temas por resolver que afectan directamente a la viabilidad económica de los agricultores y ganaderos.
Las organizaciones agrarias, como Asaja, COAG y UPA, han expresado su preocupación por el impacto que estas medidas pueden tener en el sector. Demandan una revisión más profunda y una mayor flexibilidad en la aplicación de estas normativas, buscando un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la viabilidad económica de las explotaciones agrarias.
Por otro lado, Unións Agrarias de Galicia critica la falta de ambición en las propuestas presentadas tanto a nivel nacional como europeo, considerando que no se ajustan a las necesidades del sector agrario gallego. Demandan medidas más específicas y adaptadas a la realidad de la región, así como cambios en decretos relacionados con la ordenación de granjas bovinas y la aplicación de purines, entre otros aspectos.
El debate en torno a la revisión de la PAC no solo se centra en las demandas de los agricultores y ganaderos, sino también en la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica del sector. Es crucial que las medidas propuestas por el Ministerio de Agricultura tengan en cuenta estas preocupaciones y busquen soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
En resumen, la revisión de la PAC plantea importantes desafíos y oportunidades para el sector agrícola y ganadero en España. Es fundamental que las decisiones tomadas tengan en cuenta las necesidades y preocupaciones de los agricultores y ganaderos, así como el impacto en el medio ambiente y la sostenibilidad a largo plazo. Solo a través del diálogo y la colaboración entre todas las partes involucradas se podrá encontrar una solución equitativa y sostenible para el futuro del sector agrario en España.