- El sector agrario español se moviliza en masa, denunciando acuerdos comerciales y políticas que amenazan su subsistencia.
En una muestra de unidad y determinación, miles de agricultores españoles han vuelto a tomar las calles y carreteras con sus tractores, protestando contra lo que consideran políticas destructivas para el sector agrario. Estas movilizaciones, que se han replicado en diversas regiones del país, buscan llamar la atención sobre problemáticas que, según los manifestantes, ponen en riesgo el futuro de la agricultura nacional.
Uno de los principales focos de descontento es el reciente acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, que incluye a países como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Los agricultores sostienen que este pacto facilita la entrada de productos agrícolas de estos países a precios más bajos, generando una competencia desleal que amenaza la viabilidad de las explotaciones locales. Además, denuncian que estos productos no siempre cumplen con las estrictas normativas europeas en materia de calidad y sostenibilidad.
Las protestas se han extendido por comunidades como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Aragón, Navarra y el País Vasco. En ciudades como Huesca, decenas de tractores y cientos de agricultores se han congregado para expresar su descontento. Manuel Losfablos, uno de los participantes, señaló: “Nos enfrentamos a precios injustos, competencia desleal y normativas imposibles de cumplir. Si no hay relevo generacional, en 20 años el campo habrá muerto”.
En Valencia, alrededor de cincuenta tractores recorrieron las principales calles para denunciar la competencia desleal que, a su juicio, sufren frente a productores de fuera de la Unión Europea. Víctor Viciedo, portavoz de la Unión de Asociaciones del Sector Primario Independiente (Unaspi), afirmó que los avances logrados tras las movilizaciones del año pasado han sido “insuficientes” y que acuerdos como el de Mercosur suponen “una competencia desleal de todo un continente”.
Por su parte, el Gobierno español ha defendido el acuerdo UE-Mercosur, calificándolo de “ambicioso y equilibrado” para el sector agroalimentario, e indicando que incorpora medidas para proteger los productos europeos más sensibles a la competencia.
Sin embargo, las organizaciones agrarias mantienen su amenaza de convocar nuevas movilizaciones si no se abordan sus demandas. Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones, advirtió: “O se imponen las cláusulas espejo, o los tractores volverán a Madrid en enero o febrero”.
Estas protestas reflejan el profundo malestar del sector agrario español, que lucha por su supervivencia en un contexto de cambios políticos y económicos que consideran adversos. La falta de relevo generacional, los precios injustos y la competencia desleal son solo algunas de las preocupaciones que han llevado a los agricultores a retomar las movilizaciones, con la esperanza de que sus voces sean finalmente escuchadas.