- Galicia amplía su sello de Artesanía Alimentaria a 12 nuevos productos, desde mantequilla hasta conservas de caracol, reforzando el valor del producto local.
Más respaldo para la artesanía del rural gallego
El reconocimiento de la auténtica artesanía alimentaria sigue creciendo en Galicia. La Consellería do Medio Rural ha aprobado 12 nuevas normas técnicas que amplían el alcance del sello de Artesanía Alimentaria, incorporando productos tan diversos como la mantequilla, el vermú, los vinagres, los zumos, el pan, las empanadas o incluso conservas derivadas de la helicicultura (caracoles comestibles).
Este sello es mucho más que una etiqueta: es una garantía para el consumidor y una herramienta de defensa para los productores rurales que apuestan por la calidad y el saber hacer tradicional frente a la producción industrial.
¿Qué productos se incorporan al sello?
Con esta ampliación, ya son más de una veintena las categorías que cuentan con una regulación específica bajo el sello gallego. Las nuevas incorporaciones incluyen:
Lácteos y bebidas: mantequilla, vermú, vinagres de vino y sidra, licores, aguardientes, bebidas espirituosas, zumos e hidromel.
Panadería y preparados: pan, empanadas, harinas, comidas preparadas.
Otros productos: conservas y derivados de la helicicultura.
Estas nuevas normas técnicas detallan los requisitos que cada producto debe cumplir para ser considerado artesanal, protegiendo así tanto a los productores honestos como a los consumidores que buscan productos genuinos.
Un escudo contra la competencia desleal
Los productores rurales llevan años denunciando la competencia desleal de grandes industrias que comercializan productos “artesanales” sin respetar las técnicas tradicionales. El sello de Artesanía Alimentaria les proporciona ahora una herramienta legal para diferenciarse, ganando peso en el mercado local y nacional.
Además, este reconocimiento ayuda al consumidor a elegir con conocimiento de causa, sabiendo que está comprando un producto verdaderamente artesanal, elaborado en pequeñas explotaciones y con materias primas locales.
Impacto directo en el rural gallego
Hoy en día, cerca de 200 personas están reconocidas como artesanas alimentarias en Galicia, y 124 empresas ya se han inscrito en este sello. Muchas de estas firmas se ubican en zonas rurales, donde representan un motor económico vital, transformando productos del campo en alimentos de alto valor añadido.
Esta regulación no solo protege el producto, sino que impulsa la economía local, fomenta la sostenibilidad y preserva el patrimonio gastronómico gallego, tan ligado al territorio y sus tradiciones.
Ampliación de un catálogo en crecimiento
Antes de esta ampliación, ya estaban regulados productos como los quesos, yogures, embutidos, sidras, cervezas, conservas vegetales, miel, chocolates, aceites o repostería. Ahora, con la inclusión de estas 12 nuevas categorías, Galicia refuerza su apuesta por una alimentación artesanal y diferenciada.
Este catálogo ampliado es una oportunidad para muchas pequeñas explotaciones, que podrán acceder a nuevos mercados y mejorar su competitividad, siempre bajo el sello de la autenticidad.
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