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jueves, marzo 28, 2024

SAT LADEIRA
convertir los residuos en recursos

En SAT Ladeira (O Páramo, Lugo) llevan cuatro meses trabajando con un sistema que convierte los excrementos de las vacas en camas para ganado. Por ahora están en fase experimental tanto ellos como la empresa que les instaló la maquinaria necesaria para el reciclaje. Pero todo apunta a que acabarán quedándose con ella. Este método ya se utilizaba en otras zonas ganaderas de Europa (sobre todo en Holanda) y hay constancia de experiencias similares en Navarra y Catalunya, aunque con un funcionamiento un poco diferente. Entrevistamos a los socios de la SAT para que nos cuenten cómo se trabaja con este sistema, sus ventajas e inconvenientes y los resultados que están obteniendo. La granja cuenta con cuatro robots de ordeño, de modo que la tecnología innovadora no es nada nuevo para ellos.

¿En qué consiste el método?

El purín que depositan las vacas en el suelo de la nave es arrastrado por la arrobadera hasta la fosa que tenemos más abajo. De la fosa lo subimos mediante bomba a un depósito de 25.000 litros habilitado especialmente para este sistema.
En ese depósito se utiliza un batidor para que se haga homogéneo. Después, una bomba lo sube hasta un separador, en donde se separa la parte sólida de la líquida. La líquida se envía mediante tubo a la balsa de purín que tenemos de toda la vida. Con la sólida es con la que haremos las camas.

A ese sólido se le administra aire caliente a 70 grados mediante dos turbinas para que fermente.
Una vez fermentada y libre de bacterias, la enviamos mediante un sinfín al almacén, donde forma un montículo. En el montículo tenemos sensores que nos indican la temperatura adecuada que debe haber en el interior y también sistemas de ventilación.
Cuando alcanza la situación ideal de temperatura y fermentación y está libre de bacterias, lo que nos indica el panel de control, ya está listo para usarlo como cama de las vacas.

Y es un circuito cerrado ya que la parte sólida que se extrae del purín para hacer las camas acaba volviendo a reunirse con la parte líquida en la fosa una vez que ha sido utilizada en los cubículos.

A nosotros nos corresponde estar pendientes de la cantidad de purín que hay en el tanque porque lo normal es que se genere más del que puede asumir. Así, cuando tenemos suficientes cantidades en el tanque y en el lugar de almacenamiento, apagamos la maquinaria hasta que la volvamos a necesitar y el purín vuelve a ir por el circuito antiguo. Lo habitual es que tanto el lugar de almacenaje como el depósito tarden cuatro o cinco días en llenarse.

En ningún momento del proceso se la añaden sustancias químicas como pudieran ser antisépticos o incluso conservantes.

Y es un sistema que funciona con energía eléctrica, no utiliza combustibles fósiles.

¿Por qué optaron por este sistema?

Habíamos oído alguna cosa a gente del sector y decidimos investigar por nuestra cuenta para ver lo que se podría hacer. Un técnico de alimentación nos habló algo de la experiencia en Holanda.
Pero incluso representantes comerciales que ahora tienen esta maquinaria a la venta se enteraron antes por nosotros que por su propia casa. Preguntando aquí y allá y buscando por Internet contactamos con veterinarios que trabajan con este sistema en Catalunya. Hasta que al final nos desplazamos a Navarra a ver una explotación que usa algo parecido, aunque el almacenamiento es diferente: allí lo ensilan y tienen sistemas de ventilación y removido en el silo.

Cabe citar el modelo catalán, en el que se usa cama fría y no hay cubículos. Téngase en cuenta que el clima es diferente al de aquí.
El purín reciclado se remueve con pequeños enganches de tractores cada poco tiempo. La diferencia está en que ellos intentan evitar en lo posible que el purín reciclado llegue a adquirir bacterias mientras que nosotros lo que hacemos es eliminarlas.

 

VENTAJAS

Se reduce el desgaste de la nave porque con la cama anterior la arena acababa en el suelo y, al arrastrarla la arrobadera, el cemento se va erosionando. Y también se evita que la fosa se llene de arena, que no aporta nada como abono. Es que la arena es como una lija, afecta a todos los elementos móviles de la granja, se cuela por todas partes. Ahora ya no hay ese problema. Aunque hay que reconocer que, estrictamente como cama, la arena es de lo mejor que hay para el animal.

Antes de la arena y del purín secado, en SAT Ladeira habían utilizado también camas de colchoneta y de carbonato granulado.

En cuanto a textura y peso, el purín reciclado es muy similar al serrín.
Y una buena cama debe cumplir dos objetivos: no lastimar al apoyarse y no transmitir humedad.
De momento, este método consigue ambos. Pero habrá que ir viendo porque no olvidemos que los residuos de las vacas contienen un 65% de líquido. Tal vez por su ligereza no se adhiere tanto a la piel de las vacas y ya se ve que están más limpias que con la arena. Que la cama sea cómoda es fundamental. Porque, si no les resulta cómoda tardarán en acostarse y se estresarán; y tardarán también más en levantarse de forma que comerán menos y darán menos leche. Pero este material ligero y esponjoso es en principio de lo más cómodo.

El trabajo de hacer y deshacer las camas es igual que con cualquier otro método. Con la misma periodicidad y las mismas herramientas. Lo que cambia es que el purín reciclado es muchísimo más ligero y por lo tanto el trabajo se hace más rápido y se mueve más volumen de material para cama.

De momento está funcionando bien. Pero aún llevamos poco tiempo y la valoración habrá que hacerla dentro de un año, cuando tendremos mediciones sobre su impacto en las vacas. Y también habrá que ver si es necesario invertir en productos químicos para que sea más eficaz. Hasta ahora las vacas han adaptado bien, se encuentran cómodas y no han aparecido mamitis.
Pero solo lo hemos utilizado en invierno y tendremos que comprobar cómo funciona con las temperaturas del verano y la primavera. Lo que está claro es que a nivel económico nos está resultando muy rentable.

También hay que decir que la parte líquida del purín, que va a la fosa y no a la cama, pierde algo de materia orgánica. Pero conserva la mayor parte del nitrógeno, que es lo que se necesita para abonar.

Hasta ahora ha habido moratorias, pero todo indica que se acabará imponiendo el decreto europeo de aplicación de purines, el que obliga a inyectarlo directamente en la tierra. Para nosotros este sistema nos facilitaría la adaptación al decreto porque la parte líquida ya la tenemos separada y es muy sencilla de inyectar. Y la sólida nos queda para las camas. Eso es una ventaja importante.

 

 

COSTES Y AHORROS

El dato económico más importante para SAT Ladeira con este nuevo método está en el ahorro en camas. Hasta ahora gastaban cuatro camiones de arena al mes, lo que suponía un gasto mensual de 1.300 euros. Con el secado de purín desaparece ese gasto. Y desaparecen también los costes derivados de la acción de la arena sobre las instalaciones.
Como hemos visto, robots, arrobaderas, suelos, cornadizas… sufrían la erosión de los granos de arena.

Como aún están en fase experimental, no se ha fijado el coste que puede tener para la SAT adquirir la maquinaria de secado del purín. En todo caso, han incluido la compra en el plan de mejora que solicitaron a la Consellería do Medio Rural. En los sistemas holandeses se habla de entre 150.000 y 180.000 euros de inversión porque se trabaja con silos. Pueden parecer cantidades elevadas pero estos ganaderos consideran que habrá que analizar el precio en función de la cantidad y calidad del servicio que presten las máquinas.

También puede ser que pequeñas explotaciones puedan adquirirla por 50 o 60.000 euros. Porque en esos casos no necesitarían el doble circuito de turbinas y de aire que usamos nosotros y tampoco el sinfín que tenemos para llevarlo hasta el almacén; podría ser de caída directa. Por otro lado, la bomba que utilizamos para subir el purín al depósito batidor también encarece. Y es que nuestra fosa está lejos de la explotación y más abajo cuando lo ideal sería tener la fosa cerca y al mismo nivel. Pero la bomba también nos ahorra continuos viajes a la fosa…

Otro coste inevitable es el de las obras. En nuestro caso tuvimos que introducir tubos subterráneos para ventilación del material almacenado y levantar tabiques para instalar las máquinas y el almacén. Es un gasto fijo que dependerá de las características de cada explotación. También tuvimos que gastar, y de urgencia, en hacer surcos en el suelo de la nave porque la arena suelta servía para que las patas de las vacas se fijaran al suelo y la propia erosión irregular lo hacía menos resbaladizo. Al suprimir la arena, la arrobadera acaba dejando el suelo liso como un espejo y muchas vacas resbalaban en él.

En fin, ya depende de cada casa comercial y cada explotación.
Como en todo, si se dispara la demanda, bajarán los costes.

¿Y el coste de la energía eléctrica necesaria para que funcione? Los socios de SAT Ladeira calculan que puede ser de unos 200 € mensuales. Lo que, al cabo del año, es exactamente lo mismo que les venía costando hasta ahora eliminar la arena de las camas que acababa en la fosa de purín. Aquí hay que aclarar que la nave cuenta con 96 placas solares que les garantizan la producción del 33% de la energía eléctrica que se consume en la granja. ¿Por qué no colocan más placas para garantizar el 100% del suministro eléctrico? Porque serían necesarias otras 192 placas y habría que instalar unos acumuladores que son demasiado caros y tienen poca vida útil.

Con el paso de los meses se comprobará si hay una reducción en los costes veterinarios. Va a depender de cómo las patas y ubres de las vacas respondan a esta nueva cama. Por ahora, la mamitis no se ha visto incrementada.

 

LA EXPLOTACIÓN

Antonio López Mouronte, José Manuel Rodríguez Vázquez y Manuel López Gómez son los socios de la SAT Ladeira. La explotación actual es fruto de la colaboración previa de estos tres ganaderos y de otro socio ya jubilado en una Cooperativa de Utilización de Maquinaria Agraria (CUMA). En el año 2001 eran 10 socios en la CUMA y se planteó la posibilidad de crear una SAT entre todos ellos. Al final la idea no cuajó, pero la CUMA se mantiene aún en la actualidad y de esa iniciativa nació la actual SAT Ladeira.

De hecho, pertenecer a la CUMA les supone un ahorro en una maquinaria que se usa en contadas ocasiones al cabo del año. Lo que si han comprado es un carro mezclador vertical que les permite no depender de la disponibilidad del de la CUMA. Como ellos dicen, con lo que se ahorran de pagar para disponer del carro colectivo, pueden mantener su propio carro y pagar a un trabajador para que lo use y para que haga otras labores en la granja.

El uso de cuatro robots y el nivel de informatización de la granja hacen que para esta SAT no sea difícil encontrar trabajadores, como si pasa en otras explotaciones, porque realizan trabajos más sencillos y ligeros.
Al comienzo tenían dos naves separadas por tres kilómetros y con un robot en cada una.
Después centralizaron todo en las instalaciones de la parroquia de San Vicente de Gondrame, con los dos robots incluidos. La explotación fue creciendo y se hicieron con la cabaña de una explotación bastante grande que cerró por la zona, lo que los obligó a comprar en Francia un robot ya usado. Y hace algo más de tres años decidieron cambiar los tres robots por otros cuatro completamente nuevos.
Está clara la apuesta por la robotización en SAT Ladeira: ya han comprado 7, siendo en su día de los primeros de Galicia, y creen que las explotaciones seguirán apostando por esa tecnología. Sobre todo, por la falta de mano de obra y por la simplificación del trabajo que conllevan. No hay que perder de vista que cada vez se apuesta más por los tres ordeños diarios y eso implica que las ganaderías con muchas vacas –que son las que están sobreviviendo e incluso creciendo- necesitan tener gente muchas horas en la sala de ordeño. En esta SAT la media de ordeños está en 2,8 diarios, pero hay animales que pasan hasta 5 veces por el robot al cabo del día.

Estos ganaderos de O Pàramo tienen una media de 240 vacas en ordeño, 40 secas y 120 novillas. Para las novillas disponen de una nave específica mientras que las secas comparten instalaciones con las de ordeño, aunque en condiciones diferentes tanto de estancia como de alimentación.

Los establos antiguos, que tenía cada uno de los socios antes de fundar las SAT y centralizar las vacas, se utilizan ahora como almacenes, sobre todo de paja y algún otro forraje.

La ración de las vacas de ordeño consiste en 10 kilos de silo de hierba, 19 de silo de maíz, 3 de grano húmedo de maíz, 3 de soja y 2 de núcleo corrector. Y completan la ración con 5,3 kilos de pienso que las vacas consumen directamente en el robot.

Usan un arrimador de ración que funciona con batería y se carga en la propia nave. Cada dos horas realiza un recorrido por los raíles situados en la zona de las cornadizas acercando la comida a las vacas y funciona de forma independiente, es decir, no hace falta que lo regule un ordenador.

La media de la explotación está en 36 litros por vaca y día, aunque esperan recuperar los más de 38 que tenían hace unos meses. Por tanto, la media anual sería 13.140 litros por vaca año y la producción anual de la granja alcanza los 3.100.000 litros.

En SAT Ladeira cultivan 100 hectáreas de terreno. 60 de hierba y otras 40 en las que combinan maíz y hierba. De esas 100, la mitad son arrendadas y la otra mitad propias. Desde 2003 está solicitada una concentración parcelaria en la zona, algo que consideran necesario porque reconocen que tienen algunas fincas propias que no utilizan porque no sería rentable. Hay que decir que el grano húmedo que usan en la ración es comprado.
Optaron por introducir el grano húmedo porque su coste es igual que el que tendría incorporar maíz en los piensos y consideran que este método tiene más digestibilidad precisamente por el componente húmedo y aseguran que permite aumentar la producción de leche.

El 100% de las novillas que nacen en la granja se destinan a recría.
La explotación está creciendo y por ello son necesarias todas las vacas que puedan reunir. Los machos, en cambio, se venden a los 10 o 15 días de su nacimiento.
Para las inseminaciones –la primera se hace cuando la vaca tiene 14 meses de edadutilizan mayoritariamente semen genómico con clara preferencia por los parámetros de buenas ubres, patas resistentes y capacidad de producción de leche. Importan mucho las patas porque para que la vaca sea efectiva en el robot ha de tener una buena movilidad. Para sus métodos de trabajo señalan que la vaca ideal es aquella a la que no llegas a ver en toda su vida. Porque eso indica que nunca habrán dado ningún problema.
Otra norma de la explotación es la de recibir la visita semanal de los podólogos, todos los martes, y ser muy rigurosos en el análisis de las patas de las vacas que van a secar, por si merece la pena o no seguir con ellas.

El control lechero se realiza una vez al mes por parte de la Asociación Frisona de Control de Rendimientos (Africor) de Lugo. El controlador recoge los datos del ordenador vinculado a los robots de ordeño. Y se lleva también las muestras correspondientes a cada mes. La leche se la venden a Reny Picot mediante contrato trimensual con un precio base de 0,33 €/litro.

Por litro de leche, en SAT Ladeira tiene una media de un 3,76% de grasa y un 3,39% de proteína. Las células somáticas están en torno a 250.000 de media. Los puntos ICO son 1.926.

Los socios de esta ganadería se han organizado de forma que trabajan una semana y descansan dos. Pueden hacerlo así porque son tres socios y tienen un empleado. Obviamente, hay muchos momentos durante el año en que es necesaria la presencia de los tres propietarios.
Es el caso de las campañas de siembra y de ensilado o cuando ha habido que realizar obras en las instalaciones. Y también procuran estar todos cuando, cada 15 días, reciben la visita de los técnicos de reproducción y de calidad de la leche. Los turnos son de 9,00 a 13,30 horas y de 16,00 a 19,30. El empleado tiene libres los sábados.

Estos ganaderos son partidarios de la innovación. Y también de la diversificación. Por eso, sus familias van a poner en marcha en breve un proyecto de producción de huevos ecológicos. Para ello han iniciado ya los trámites para destinar 8 hectáreas de terreno a la cría de 18.000 gallinas ponedoras, lo que la convertiría en la gallega de más tamaño en cuanto a explotaciones ecológicas. Esperan que el proyecto esté en marcha dentro de un año.

Finalmente, podemos citar como otra innovación la compra de 94 novillas procedentes de una explotación que echó el cierre en Portugal. La intención es aprovechar al máximo las cualidades de esos animales, que son resultado de cruce de frisona con ejemplares de Montbelliarde y Roja Sueca. Los procesos de saneamiento, por tratarse de un movimiento de vacas entre distintos países, demoraron un poco la llegada. Dureza de patas, mejora en la fertilidad y aumento de la vida útil de la cabaña son los motivos para la compra de esos animales. Los tres socios se desplazaron hasta la zona de Lisboa para ver las novillas y decidieron comprar todo el lote porque salía mejor de precio que seleccionando solo algunos animales.

 


 

LEE LA REVISTA AFRIGA #138

 

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