- Francia publica su coste de producción de leche, pero en España no hay un indicador oficial. Analizamos las razones detrás de esta falta de transparencia.
La interprofesional láctea francesa (CNIEL), equivalente a la INLAC española, ha comenzado a publicar desde julio de este año indicadores de referencia de los costes de producción de leche, estableciendo el coste de producir un litro en Francia en 48,5 céntimos para 2023. Este dato proporciona a los ganaderos franceses una herramienta valiosa para negociar con la industria y establecer precios justos. Sin embargo, en España no existe un indicador oficial similar. ¿Por qué?
La ausencia de un coste de referencia en España se debe a varias razones estructurales y económicas. Una de las principales causas es la falta de consenso dentro del sector lácteo español. Los productores, la industria y las organizaciones agrarias no siempre coinciden en los métodos para calcular estos costes, lo que dificulta la creación de un indicador único y reconocido por todos. Esta falta de acuerdo refleja las diferencias en la estructura y la diversidad de las explotaciones lecheras en el país, que varían significativamente según la región y el tamaño de la explotación.
Otra razón importante es la resistencia de ciertos actores de la industria a establecer un precio de referencia que podría limitar su capacidad de negociación. Un dato oficial sobre el coste de producción podría obligar a las industrias lácteas a ajustar los precios que pagan a los ganaderos, algo que muchas empresas consideran una limitación a su libertad de mercado. En un entorno de competencia feroz y márgenes ajustados, algunas compañías prefieren mantener flexibilidad en la fijación de precios.
También juega un papel la falta de una normativa específica que obligue a publicar este tipo de datos en España. Mientras que en Francia el CNIEL tiene el mandato oficial de hacerlo, en España no existe una regulación similar que imponga a la interprofesional del sector (INLAC) esta responsabilidad. La ausencia de un marco legal específico deja la decisión en manos del sector privado y de iniciativas voluntarias que, hasta ahora, no han prosperado.
Además, hay una cuestión política y administrativa. En España, las competencias agrícolas están en gran medida descentralizadas, y cada comunidad autónoma tiene su propia manera de gestionar y apoyar al sector lácteo. Esta fragmentación administrativa complica la creación de un indicador único a nivel nacional, al no existir una autoridad central con la capacidad de coordinar y estandarizar estos datos.
En conclusión, la falta de un coste oficial de producción de la leche en España no se debe a un único factor, sino a una combinación de falta de consenso dentro del sector, intereses económicos de la industria, ausencia de una normativa clara y la complejidad administrativa del país. Mientras tanto, esta situación deja a los ganaderos en una posición de desventaja frente a sus homólogos franceses, quienes ya cuentan con una herramienta fundamental para fortalecer sus negociaciones y asegurar precios más justos.