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sábado, mayo 4, 2024

Los ganaderos ourensanos y su lucha por la oveja gallega es incansable porque aprovechan los recursos locales para un futuro sostenible

  • Los ganaderos ourensanos luchan por impulsar la oveja gallega y destacan su potencial sostenible en un mundo cada vez más dependiente de recursos externos

La oveja gallega, una raza ancestral arraigada en la historia y el paisaje de Galicia, se encuentra en peligro de extinción, pero tres valientes ganaderos ourensanos están decididos a cambiar ese destino. David González, propietario de la Finca A Tellada en Nogueira de Ramuín; Xoán González, al frente de Granxa A Ciruxana en Vilariño de Conso; y Manuel Teijeiro, de Montes de Boade en Xinzo de Limia, han emprendido una cruzada para revitalizar y promover la oveja gallega como una opción viable y sostenible en el panorama ganadero.

Estos ganaderos no solo están comprometidos con la conservación de la raza, sino que también reconocen su enorme potencial económico y ambiental. Organizando encuentros de ganaderos en toda Galicia, han abierto un espacio para el intercambio de conocimientos y experiencias, fomentando la colaboración y la solidaridad entre sus colegas. Estos encuentros no solo sirven para fortalecer la comunidad ganadera, sino también para inspirar a nuevos interesados en unirse a esta noble causa y para ofrecer oportunidades de aprendizaje a las generaciones más jóvenes.

La elección de la oveja gallega no es casualidad. Los ganaderos la consideran una opción más rústica y adaptada a las condiciones locales, capaz de aprovechar terrenos difíciles y producir a costos más bajos. Xoán González, con su granja en Vilariño de Conso, destaca cómo la oveja gallega se adapta a terrenos pobres y degradados, ofreciendo una alternativa sostenible en un mundo cada vez más dependiente de recursos externos. Además, la alta demanda de su carne, reconocida por su sabor y calidad, brinda oportunidades comerciales lucrativas tanto en el mercado local como en el nacional.

Sin embargo, la lana de oveja gallega, un recurso valioso pero subutilizado, representa una oportunidad de diversificación económica que aún no ha sido completamente aprovechada en Galicia. Xoán González destaca cómo la lana de sus ovejas se utiliza para producir prendas de alta calidad, aunque lamenta la falta de infraestructura local para su procesamiento y comercialización.

El compromiso de estos ganaderos va más allá de la producción de carne y lana. Reconocen el impacto positivo de la presencia de ovejas gallegas en el medio ambiente, contribuyendo a la gestión sostenible de los recursos naturales y al mantenimiento de la biodiversidad en los montes. Sus métodos de trabajo, basados en principios de ganadería regenerativa, respetan y valoran el entorno natural, acotando parcelas para maximizar el aprovechamiento de los recursos y promover la salud del ecosistema.

A pesar de su compromiso y determinación, los ganaderos se enfrentan a numerosos obstáculos en su camino. El minifundio y la falta de acceso a tierras para pastos limitan el crecimiento de sus explotaciones, mientras que las trabas burocráticas y la escasa ayuda por parte de la administración pública dificultan aún más su labor. A pesar de estos desafíos, estos ganaderos están decididos a perseverar, manteniendo viva la tradición ganadera en las zonas rurales de Galicia y luchando por un futuro donde la oveja gallega ocupe el lugar que se merece en el paisaje agrario y cultural de la región.

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